Diversas fuentes hablan de la atención que debió recibir el Secretario de Estado, por una subida de presión.
Cardenal Parolin – Foto: Vatican News
Redacción (01/05/2025, Gaudium Press) Reporta Nico Spuntoni en Il Tempo, que ayer en la tarde se dispararon las alarmas en el Vaticano, cuando el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, según numerosas fuentes, uno de quienes más se habla para ocupar el solio pontificio, fue acompañado por un equipo médico que lo estuvo asistiendo por espacio de una hora.
Entre tanto, las fuentes de Spuntoni aseguran que solo se trató de un aumento de presión, y que el purpurado no tiene peligro grave, alejando así cualquier comentario referente a una salud precaria del purpurado, de la que ya se hablado en algunos círculos.
En su nota, Spuntoni también se explaya sobre el nuevo y ya concluido ‘caso Becciu’, es decir, sobre la no participación del purpurado condenado por malversación de fondos en el próximo cónclave, condena que aún está pendiente de apelación.
Foto: Wikimedia Commons
Ante diferentes comunicaciones que aseguraban que había dos documentos del pontífice fallecido cerrando las puertas del cónclave al Cardenal ex sustituto, el Cardenal dio un pasó al costado, gesto que fue agradecido por el colegio cardenalicio reunido en las Congregaciones:
“El Eminentísimo Cardenal Giovanni Angelo Becciu ha tomado la actitud de que, teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, ha comunicado su decisión de no participar en el mismo. Al respecto, la congregación cardenalicia expresa su aprecio por el gesto realizado y espera que los órganos de justicia competentes puedan esclarecer definitivamente los hechos”.
Sobre esas cortas líneas, Spuntoni no solo destaca las palabras usadas, sino las que no:
“De hecho, no hay rastro cualquiera de referencia alguna a los dos famosos documentos atribuidos al Papa que fueron llevados a la quinta congregación general y que despertaron las dudas públicas del cardenal Giuseppe Versaldi, incrédulo por su falta de publicación. También porque, como revelamos ayer, el segundo fue incluso presentado como un ‘motu proprio’ y se remonta a la hospitalización de Francisco en el Gemelli el pasado mes de marzo. El comunicado oficial de la congregación vincula la no participación de Becciu en el cónclave con su generoso gesto de hacerse a un lado sin hacer ninguna referencia a la aplicación de las disposiciones papales contenidas en los dos documentos. Una ausencia significativa, especialmente a la luz del acalorado debate sobre la validez de esas cartas. La exclusión del cónclave no puede de ningún modo estar conectada directamente con la condena en primera instancia por fraude y malversación de fondos, ya que fue pronunciada por un tribunal secular, es decir, a todos los efectos, el Tribunal de Primera Instancia de la Ciudad del Vaticano”.
Spuntoni plantea aún más dudas sobre la existencia de esos documentos:
“¿Es posible que el Papa, que apoyó la presunción de inocencia en una declaración hecha en fuga en 2021 precisamente sobre su ex colaborador, haya ordenado un castigo tan severo, al borde de la muerte, basándose en una sentencia de un tribunal laico que aún no es definitiva? En resumen, la congregación cardenalicia no se limitó a reconocer el honor de armas a Becciu, sino que de algún modo estableció una rehabilitación pública que los medios vaticanos hasta ahora habían negado, como demuestra emblemáticamente un editorial del pasado 30 de octubre firmado por Andrea Tornielli en Vatican News”.
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