El penitenciario mayor de la Iglesia escribió nota al respecto en l’Osservatore romano.
Redacción (22/02/2021 12:54, Gaudium Press) Sobre la penitencia en tiempos de pandemia: acerca de este tópico trató el Cardenal Mauro Piacenza, penitenciario mayor de la Santa Romana Iglesia, en L’Osservatore Romano el pasado 18.
El purpurado resaltó que la epidemia aparece cuando palabras como “renuncia, sacrificio, y penitencia parecen expulsadas del léxico de Occidente, que se ha vuelto sordo a todas las formas de mortificación”.
Pero justamente la difusión del coronavirus ha obligado a los hombres a innúmeras renuncias.
Los medios, en tiempo de pandemia, mandan un mensaje con triple clave: denuncian un peligro inminente, enfatizan las responsabilidades personales, e indican un punto futuro en el que todo se resolverá de la mejor manera. “En parte, estas han sido siempre las coordenadas de la penitencia cristiana”, resalta el purpurado, una penitencia que en Cuaresma es propuesta a todos.
En el mundo hay siempre un peligro inminente, el espíritu del mal, delante el cual los cristianos están llamados a “armarse” con la penitencia.
Y el horizonte positivo, el punto final en el que todo termina bien, es “la victoria obtenida por la Cruz de Cristo y compartida por quienes lo acogen en su propia existencia”. Y hay un final de esa batalla que está “representado por el ‘número sagrado’ de los 40 días [cuaresmales], un tiempo de verdadera conversión y salvación”.
La Iglesia siempre ha considerado la penitencia como una «verdadera y propia virtud, dada y animada por el Espíritu Santo», y mediante la cual «el hombre se abre a la gran victoria de Cristo”, escribió el purpurado.
Y por medio de la penitencia, la persona aprende a abandonarse en Cristo, y acepta sufrir con él, asumiendo las consecuencias de su propio pecado y “ofreciendo una justa reparación”.
Con información del CNA
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