El Arzobispo de São Paulo pidió al Apóstol que “nos enseñe a acoger la Palabra de Dios con el corazón abierto, a abrir los ojos a la luz del Evangelio.
Redacción (26/01/2023 16:15, Gaudium Press) En la mañana del pasado miércoles 25, el Arzobispo Metropolitano de São Paulo, Brasil, Cardenal Odilo Pedro Scherer, presidió la solemnidad de la Misa por la Solemnidad de la Conversión de San Pablo Apóstol, en la Catedral da Sé. A la celebración asistieron cientos de fieles, autoridades civiles y militares y líderes religiosos.
Dios habita en esta ciudad
En su homilía, el cardenal recordó el 469° aniversario de la fundación de la ciudad de São Paulo, que también se celebra en esta fecha. “En nuestra Arquidiócesis tenemos el lema de que ‘Dios habita en esta ciudad’. Creemos en eso y queremos que Él esté con nosotros y con todos los que construyen esta ciudad, apoyándolos, protegiéndolos, dándoles fuerza e iluminación, y ayudando a cada uno, en lo que le corresponde, a construir esta ciudad en el bien de todo el mundo”, subrayó.
El Cardenal aseguró que reza para que Dios inspire a las autoridades que gobiernan la ciudad, así como a todas las instituciones y organizaciones de la sociedad civil, a seguir contribuyendo a “una cultura de solidaridad y justicia, de respeto a los derechos de cada persona y de apreciación de lo que ennoblece y dignifica la vida humana en la ciudad de São Paulo”.
Aceptar la Palabra de Dios con un corazón abierto
“Como miembros de esta comunidad urbana, hoy tenemos el desafío de ser dignos continuadores de la obra de quienes nos precedieron y de escribir nuestras páginas en la historia de São Paulo”, afirmó. Luego, pidió al santo patrón de la ciudad que contagie a todos de su vigor y valentía “para la realización del bien y para la edificación de una verdadera comunidad humana, que lucha para vencer los males, solidaria, fraterna y cada vez más justa con los demás”. Sus miembros».
Finalmente, el Arzobispo de São Paulo pidió al Apóstol que “nos enseñe a acoger la Palabra de Dios con el corazón abierto, a abrir los ojos a la luz del Evangelio. Como hizo con tantos pueblos, hoy sigue conduciendo a muchos a Cristo. Contágianos con tu Fe inquebrantable y con tu valentía y ardor misionero, para que hoy seamos testigos de que Dios habita en esta inmensa ciudad y quiere bien a todo este pueblo”. (EPC)
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