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La intención de ambas partes, Vaticano y monarquía británica, es reprogramar el encuentro tan pronto como el estado de salud del papa Francisco lo permita.
Foto: Wikipedia
Redacción (26/03/2025 09:57, Gaudium Press) Reporta InfoCatólica que la audiencia entre el papa Francisco y el rey Carlos III, “Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra”, prevista para el próximo 8 de abril en el Vaticano, ha sido pospuesta por recomendación médica. Aunque la visita se consideraba confirmada hace solo unos días, el estado de salud del pontífice ha obligado a modificar los planes de la Casa Real británica.
El cambio de agenda se produce tras una recomendación médica que aconseja un periodo prolongado de reposo para el papa, recientemente dado de alta tras su larga hospitalización por una infección respiratoria en el policlínico Gemelli.
Aunque la audiencia con el Santo Padre ha quedado suspendida, el resto de la visita de Estado de los monarcas británicos a Italia —prevista del 7 al 10 de abril— se mantiene, con algunos ajustes en el programa. Durante su estancia en Roma, Carlos III se encontrarán con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, y con la primera ministra Giorgia Meloni, además de participar en diversos actos culturales e institucionales.
La visita al Vaticano había sido anunciada hace solo unos días, cuando se consideró que la salud del papa permitía seguir adelante con el encuentro. Estaba previsto que incluyera una audiencia privada y una ceremonia simbólica en la Capilla Sixtina, centrada en el compromiso común con el cuidado del medioambiente, un tema de especial interés tanto para el pontífice como para el monarca británico.
La reunión tenía también un carácter ecuménico, en el contexto del próximo Jubileo de 2025 y con el objetivo de fortalecer los lazos entre la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra. La intención de ambas partes es reprogramar el encuentro tan pronto como el estado de salud del papa Francisco lo permita.
Gobernador Supremo
El rey del Reino Unido —actualmente Carlos III— ostenta el título de “Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra” (Supreme Governor of the Church of England), lo cual le otorga un papel institucional y ceremonial dentro de la Iglesia anglicana. Esta función tiene raíces históricas y simboliza la unión entre el Estado y la Iglesia en Inglaterra.
A continuación, se detallan las principales funciones y atribuciones del monarca en este ámbito:
- Título y función simbólica
El monarca no es el líder espiritual (ese papel recae en el arzobispo de Canterbury), pero sí es su máxima autoridad terrenal. Como Gobernador Supremo, el rey actúa como garante de la continuidad y unidad de la Iglesia de Inglaterra.
- Nombramientos eclesiásticos
El rey aprueba formalmente el nombramiento de los obispos y arzobispos anglicanos, aunque en la práctica lo hace siguiendo las recomendaciones del primer ministro, quien a su vez se basa en una terna propuesta por una comisión eclesial.
- Juramento en la coronación
Durante la ceremonia de coronación, el monarca jura defender la fe anglicana y preservar la doctrina, el culto y la disciplina de la Iglesia de Inglaterra. Este juramento tiene un fuerte peso simbólico y constitucional.
- Cabeza de una iglesia establecida
La Iglesia de Inglaterra es una iglesia establecida (established church), es decir, forma parte del Estado. Por tanto, el rey representa la fusión histórica entre monarquía e Iglesia, algo que no ocurre, por ejemplo, con la Iglesia de Escocia, que es presbiteriana y autónoma.
- Relación con otras confesiones
Aunque ostenta ese papel en la Iglesia anglicana, el monarca británico también representa a una nación multiconfesional. Carlos III ha mostrado interés por promover el entendimiento interreligioso, refiriéndose incluso a sí mismo como “Defensor de la Fe”, pero también de las fes, en un tono más inclusivo, aunque sin modificar el título oficial heredado.
No es una Iglesia propiamente dicha
La Iglesia Católica no reconoce la validez de la sucesión apostólica en la Iglesia de Inglaterra, es decir, no considera válidas las ordenaciones anglicanas. Esta postura fue formulada de manera oficial en 1896 por el papa León XIII en la bula Apostolicae curae.
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