Fue lo ocurrido en Nantes y Versalles. “Rechazar la expresión de la fe es un ataque a las personas en lo que más aprecian”, dijo el obispo de Montauban.
París (09/11/2020 12:19, Gaudium Press) Circulan en las redes sociales videos con escenas conmovedoras, de católicos en Francia pidiendo el regreso de sus misas.
Desde el lunes de la semana pasada, los católicos no pueden participar de la misa en las iglesias, por cuenta de unas medidas restrictivas contra los momentos de culto, medidas que alegan los obispos no han sido sustentadas por ninguna evidencia científica.
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Pero algunos católicos sienten que ya han excedido su cuota de sacrificio, que la misa es algo indispensable, y por esto, ocurrieron manifestaciones como las habidas ayer en Versalles y en Nantes.
En las afueras de la Catedral de San Luis, en Versalles, cientos de personas se congregaron a entonar cánticos marianos y eucarísticos. La reunión llegaba hasta donde iniciaban las escalas para subir al atrio de la catedral, es decir, una disciplina perfecta, pues además mantenían el distanciamiento requerido. Esto ocurría en las horas de la noche.
En sentido análogo, lo ocurrido al frente de la Catedral San Pedro de Nantes tenía más el carácter de protesta. “Mina nuestra libertad de culto” repetían los manifestantes, refiriéndose a las medidas del gobierno que impiden el culto con público. En Nantes, la congregación era más numerosa en una plaza menos grande que la de Versalles.
Otras reacciones de obispos ante la decisión del Consejo de Estado
Mons. Dominique Rey, Obispo de Fréjus-Toulon dice que la decisión del Consejo de Estado “puede dar lugar a incomprensiones y sufrimiento en muchas personas. Ante el cuestionamiento de la libertad de culto, los católicos no pueden asistir a la celebración eucarística que es fuente y cumbre de la vida cristiana. Tomamos nota de esta decisión contemplando todas las medidas de recurso. Más que nunca nuestra sociedad necesita a Dios para enfrentar los miedos e incertidumbres que pesan en nuestro tiempo.”
Por su parte el obispo de Montauban, Mons. Bernard Ginoux, lamentó profundamente la negativa del Consejo de Estado: “Esta medida es ofensiva e injusta. La ausencia de misas afecta la fe de los católicos. El gobierno podía evitarlo tanto que este sábado por la mañana, en Niza, el Primer Ministro recordó que la libertad de culto es fundamental. Como obispo, lamento que no se escuche la ‘vox populi’ católica. Rechazar la expresión de la fe es un ataque a las personas en lo que más aprecian.”
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