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A pesar de la pandemia, la represión sigue afectando a los sacerdotes del país, quienes son presionados a predicar el comunismo.
Libros sobre el pensamiento del presidente chino exhibidos en un lugar de culto en Zhenxing. Foto: Bitter Winter.
Beijing (13/05/2020 19:48:51, Gaudium Press) Una nueva amenaza a la libertad religiosa fue denunciada por la revista especializada Bitter Winter. Las autoridades chinas ya restringen las actividades religiosas durante la pandemia de coronavirus y bloquean los eventos religiosos en internet (ver noticia anterior). A esta vulneración se suma la expedición de nuevas medidas impuestas a los sacerdotes registrados oficialmente. El estado busca imponer la ideología a través de la orden de predicar el comunismo.
El Departamento de Trabajo del Frente Unido del condado de Huantai en la ciudad de Zibo difundió una estas órdenes. El 13 de abril envió una resolución a los grupos religiosos y miembros del clero. En la directiva se exige comunicar el «amor por el país y la Comunidad». Un sacerdote local denunció que tres días después recibió la indicación de un funcionario de hacer un estudio del pensamiento del presidente Xi Jinping. Si el sacerdote reprobaba un examen sobre esta materia, enfrentaba el riesgo de la expulsión de su ministerio.
Predicar el comunismo en lugar de Cristo
La política hace eco de una iniciativa de la Oficina de Asuntos Étnicos y Religiosos de Shenyang del mes de febrero. En un documento, la institución ordenó a las comunidades religiosas locales promover el pensamiento de Xi Jinping. En los lugares de culto se pidió leer textos sobre ideología política y redactar ensayos relacionados. Los sermones deberían introducir esos conocimientos para garantizar su adaptación a la identidad china.
Varias comunidades cristianas oficialistas difundieron ampliamente ese requerimiento . En ellas se hizo hincapié en la necesidad de promover la «adopción del socialismo». Un predicador cristiano clandestino denunció a la revista que el régimen impone a los ciudadanos asistir sólo a templos autorizados. «Cuando ingresas a tales iglesias, tienes que aceptar el adoctrinamiento del gobierno de los valores socialistas chinos», afirmó. «Las cruces se reemplazan con banderas nacionales, y les dicen que amen el partido comunista. La situación es grave. Es el mayor desafío para los cristianos».
Con información de Bitter Winter.
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