La iniciativa, promovida por la Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de São Paulo, contó con la participación del Arzobispo Metropolitano de São Paulo, Cardenal Odilo Pedro Scherer.
Redacción (22/08/2023, Gaudium Press) Cientos de monaguillos, acólitos y ceremoniarios, activos en parroquias y comunidades de las seis regiones episcopales de la Archidiócesis de São Paulo, se reunieron en la Catedral Metropolitana para participar en el encuentro anual con el cardenal Odilo Pedro Scherer.
La iniciativa, promovida por la Pastoral Vocacional de la Archidiócesis de São Paulo, contó con la participación de los Obispos auxiliares de la Archidiócesis, Mons. José Benedito Cardoso, Mons. Jorge Pierozan y Mons. Ángel Ademir Mezzari, RCJ, este último Referente para las Vocaciones y Seminarios.
Muchas vocaciones sacerdotales y religiosas surgen entre los monaguillos
En su homilía, el cardenal Scherer abordó el significado de la liturgia, el espacio sagrado y el servicio litúrgico. Luego exhortó a los monaguillos, ceremoniarios y acólitos a “realizar esta misión con alegría y con la mirada fija en Jesús, sirviendo al altar con alegría y con el deseo de encontrar, estar cerca y hablar de Dios”.
Tras recordar que él también fue monaguillo, y que esta función despertó su deseo de ser sacerdote, el arzobispo de São Paulo subrayó que es común que entre los monaguillos surjan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas. “Si sientes ese deseo, habla con tu párroco, quien te acompañará, guiará, fomentará ese deseo, hasta que un día, quién sabe, entres al seminario o al convento”, aconsejó.
Una oportunidad para tener contacto directo con el Cardenal de São Paulo
En entrevista con el diario O São Paulo, el padre José Carlos dos Anjos, Promotor Vocacional de la Arquidiócesis, reveló que este encuentro anual es una oportunidad para que monaguillos, acólitos y ceremoniarios tengan contacto directo con el Cardenal Scherer. Además, se trata de una “oportunidad para celebrar la vida y la vocación de tantos niños y adolescentes que se entregan a la misión de servir al altar”.
Destacando también que de este servicio a la Iglesia surgen muchas vocaciones, el Promotor Vocacional aseguró que “estos niños y adolescentes son el futuro de nuestra Iglesia, serán los sacerdotes, religiosos, misioneros, padres y madres de familia que llevarán a cabo el misión de anunciar el Evangelio en nuestra ciudad y al mundo”. (EPC)
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