Larry Sanger, cofundador de Wikipedia, sorprende al mundo al anunciar su conversión al cristianismo tras más de 35 años de escepticismo.
Redacción (05/03/2025 11:48, Gaudium Press) Lawrence ‘Larry’ Mark Sanger, ciertamente una mente brillante, además doctor en Filosofía por la Universidad de Ohio, era algo así como un ‘devoto de la racionalidad’. El cofundador de Wikipedia nació en Bellevue, Washington, el 16 de julio de 1968. Larry no es solo el creador de la enciclopedia virtual más famosa del planeta, junto a Jimmy Wales, sino a su vez es el creador de Citizendium. Lo que ocurrió fue que Wales terminó por decir que Sanger no era cofundador de Wikipedia, sino un mero empleado, algo que niega Sanger. Esa disputa lo animó a fundar Citizendium, una especie de hijo o bifurcación que le salió a Wikipedia, que estaría redactada por expertos en cada materia.
Lawrence, quien desde niño hacía demasiadas preguntas, ha encontrado ahora a Dios, después de un viaje sorprendente de 35 años.
Nacido en una familia luterana, fue confirmado a los 12 años, pero pronto dejó de practicar esa religión; también vio a su padre ‘saltar’ de iglesia en iglesia. Con el paso de los años, el futuro filósofo empezó a cuestionar su fe debido a su naturaleza inquisitiva; finalmente, durante su adolescencia, dejó de creer en Dios.
Mantuvo postura escéptica frente a las creencias religiosas durante la mayor parte de su vida. Primero se sumergió en la filosofía analítica, campo dominado por ateos y agnósticos, lo que influyó profundamente en su visión del mundo.
“He sido un devoto de la racionalidad, el escepticismo metodológico y un rigorismo algo duro y sensato (pero siempre de mente abierta)”, se describe a sí Larry Sanger,
Ahora Larry, alguien que se tornó una de las figuras más prominentes y reconocidas del ateísmo y el escepticismo, sorprendió al mundo al publicar un extenso escrito de 46 páginas en su blog, en el que declara: “Ha llegado el momento de confesar y explicar, de manera completa y pública, que soy cristiano”.
Explica que ha decidido compartir su testimonio porque siente el llamado a predicar el Evangelio. Él relata su historia de conversión, similar a la de otros intelectuales en busca de la verdad. Aclara que “aunque pasé más de 35 años sin creer, no intentaré presentarme como un enemigo de la fe” converso. “Nunca lo fui, simplemente fui un escéptico”.
La experiencia que marcó su alejamiento de la fe
“Como tantos otros, perdí la fe en la adolescencia”, recuerda.
Una mala experiencia con un pastor durante su juventud dejó una huella significativa en él. A los 17 años, Sanger buscaba respuestas sobre la fe, pero cuenta que fue recibido con indiferencia por un líder religioso que no supo brindarle la orientación que necesitaba.
“Parecía que me estaba ignorando e incluso me trataba con desprecio. Me dio la impresión de que no le importaba y, en todo caso, tuve la impresión de que se sentía amenazado por mí. Esto fue una sorpresa. El daño se hizo rápidamente: ser recibido con una indiferencia hostil por una persona que esperaba que fuera, digamos, pastoral, confirmó mi incredulidad” reconoce Sanger. Esta experiencia reforzó el alejamiento definitivo de la religión.
Durante décadas, Sanger se dedicó al estudio académico, sin pensar mucho en Dios, Jesús o la Biblia.
Pero su perspectiva comenzó a cambiar al observar ciertos comportamientos en las redes sociales. Sanger se sorprendió al notar que muchos cristianos, a pesar de las críticas, mostraban una madurez y gracia destacables, algo que no se veía en muchos de sus críticos. Además, algunas de las personas más inteligentes que conocía resultaron ser cristianas, lo que despertó aún más su curiosidad.
La reflexión sobre el mal y su acercamiento a la fe
Su búsqueda de respuestas se intensificó en 2019, cuando los horrores del caso de Jeffrey Epstein salieron a la luz. El descubrimiento de un grupo de personas poderosas involucradas en actividades atroces le hizo reflexionar profundamente sobre el mal en el mundo, lo que lo llevó a investigar el concepto de lo oculto y del bien frente al mal. Este episodio, aunque perturbador, lo impulsó a acercarse a la fe con más determinación.
“Apenas diez años antes me habría burlado” de esas “prácticas infernales” referidas en el caso Epstein, reconoce, pero entonces “quería que esas puertas al mal, si las había, permanecieran firmemente cerradas”.
En diciembre de 2020, un día buscaba algo para leer antes de dormir y entonces se preguntó “Por qué no la Biblia?”: decidió empezar a leerla. Descubrió que, al esforzarse por comprenderla, el Libro Sagrado resultó ser mucho más interesante y más coherente de lo que había anticipado. “Me sentí profundamente avergonzado al darme cuenta de que, a pesar de tener un doctorado en filosofía, nunca había entendido realmente qué es la teología”, confiesa.
El Camino de Sanger
A lo largo de su proceso de conversión, Sanger fue compartiendo sus reflexiones en su blog, lo que ha hecho que sus seguidores se dieran cuenta de su cambio de perspectiva a medida que profundizaba en la fe. El fue abordando inclusive cuestiones teológicas complejas, como la relación entre la fe y las obras, “me parece innecesaria la idea de que existe una importante disputa entre ser ‘salvado por la fe’ y ser ‘salvado por las obras’. Somos salvados por Dios, al ser tocados por Jesús a través del Espíritu Santo y al ser hechos puros y santos, ‘apartados’ del mal del mundo y de nuestro propio pecado, y por eso hacemos buenas obras”, expresa, interviniendo así en una disputa histórica entre católicos y protestantes. Es probable que aún pesen en su espíritu su antiguas convicciones luteranas. Pero el tema fe y obras se ve que le taladra la cabeza.
En su testimonio, Sanger admite que, durante un tiempo, no habría sabido cómo responder a la pregunta de si creía en Dios, pues sus dudas seguían presentes. Sin embargo, poco a poco fue aceptando y entendiendo su nueva fe cristiana y compartiéndola con amigos y familiares cercanos. No obstante, confiesa que todavía vive con cierto temor de no ser capaz de defender su fe de manera convincente, “me pregunté francamente si lo que estaba haciendo era irracional. ¿Qué estaba haciendo?” se cuestionaba, dado su pasado crítico del cristianismo.
Actualmente, Sanger está inmerso en un curso de estudios teológicos, lo que le ha permitido profundizar aún más en su comprensión de la fe cristiana, un curso “que he seguido prácticamente a diario y que se ha convertido en mi principal afición; he leído muchos libros teológicos en los últimos cinco años”. Sin embargo, aclara que su objetivo no es convertirse en predicador, sino prepararse para defender la fe de manera intelectual. Aunque su proceso de conversión continúa, y aún no ha encontrado una iglesia que lo acoja plenamente, Sanger expresa su deseo de unirse a una comunidad cristiana cuando se sienta completamente seguro de su camino espiritual.
Con información de El Debate
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