Don Nicola Bux, teólogo, liturgista y estrecho colaborador de Benedicto XVI fue nombrado por éste entre los Consultores de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Redacción (04/07/2022 10:43, Gaudium Press) Es un volumen muy particular el que escribió don Nicola Bux, con un título provocador: “Cómo ir a misa y no perder la fe”, la pregunta que surgiría espontáneamente de este título es “¿Existe el peligro de perder la fe en la Misa”? Quizás sí… el autor, entrevistado por Cristiani Today y explicó específicamente el significado de este título.
La Misa y los momentos de la celebración
Sabemos que la Misa se divide en dos partes: la primera está dedicada a la liturgia de la Palabra y la segunda parte se refiere precisamente a la Consagración Eucarística, Jesús que se hace Pan y Vino.
Un problema que se presenta en nuestro tiempo es precisamente el hecho de que a veces algunos sacerdotes se precipitan más en la segunda parte de la Misa. Se le preguntó a Don Nicola qué opinaba de esto y respondió que la parte dedicada a la liturgia de la Palabra era prolongada con lecturas más largas y salmos más extensos y sobre todo con larguísimas homilías del sacerdote (algo que también ha lamentado el Papa Francisco).
“Se puede remediar – dice Don Nicola – especialmente en la homilía, procurando que no pase de los diez minutos porque no debe desequilibrar la celebración; debe ser una especie de llave que cierra la liturgia de la Palabra y abre la celebración eucarística. La Eucaristía es la parte central de la Santa Misa”.
¿Qué es la Misa y cuándo nació?
Don Nicola explica en su libro que la Misa nació cuando Jesús se ofreció como víctima de expiación para salvar a la humanidad de los pecados. Desde el punto de vista de la fe, la misa nació el Viernes Santo mientras que desde el punto de vista formal nació en parte dentro de la Última Cena y también después de la cena. “Decir que la Misa nació con la Última Cena es un error” – dice Don Nicola, quien dedicó algunas páginas de su libro precisamente a este tema.
Sacerdotes cantando y bailando canciones no litúrgicas en la iglesia
A veces, los medios de comunicación han informado de noticias que causan sensación entre la gente, como sacerdotes que bailan en la iglesia, que cantan canciones no litúrgicas o incluso sacerdotes que ingresan a la iglesia en bicicleta, los que cantan canciones de Ricchi e Poveri [grupo italiano], etc. Don Nicola expresó a Cristiani Today su opinión sobre todo esto:
“Esto se debe a la crisis de la idea de la ‘iglesi’ como lugar de la Presencia y sobre todo de la Liturgia como acción Sacra, realizada en la presencia del Señor” – dice Don Nicola.
Y continúa: “Hoy existe la sensación de que muchos (incluidos los ministros de culto, los sacerdotes) cuando celebran es como si se olvidaran de que lo que están haciendo sucede en la presencia de Dios. Viniendo a menos esta conciencia, viene a menos la percepción de la presencia de lo sagrado.
“Necesitamos recuperar el sentido de la Iglesia como lugar de la Presencia Divina para que las acciones que en ella realizan los sacerdotes tengan un sentido y una significación reales”.
La posición del Tabernáculo
Otro problema es también la posición del Tabernáculo en algunas iglesias. Jesús es el Hijo de Dios, el dueño de la casa y en algunas parroquias o iglesias parece estar escondido, colocado en un lugar donde nadie lo ve a menos que uno específicamente vaya a buscarlo. Don Nicola le dijo a Cristiani Today lo siguiente: “Un obispo muy conocido, cuando entraba a las iglesias y no encontraba el Sagrario, se atrevía a decir las palabras de María Magdalena ‘¿Dónde está mi Señor? No sé dónde lo colocaron’. Solía decir esto para indicar esta especie de migración de la custodia de la Eucaristía que ha desorientado profundamente a los fieles.
“Han dado varias razones, la primera, que el Sagrario no siempre estaba físicamente sobre el altar, a veces estaba muy por encima del copón, etc…
“Con la Baja Edad Media y con la reforma tridentina, el Sagrario había encontrado su posición central porque querían afirmar que la presencia del Señor es realmente verdadera y debe ser percibida por todos.
“En un momento crítico en el que hay una crisis de fe, haberlo descentralizado ciertamente no ha aumentado el sentido de la presencia divina en los fieles y, en consecuencia, la adoración” – dice Don Nicola Bux.
Comunión en las manos
Con la pandemia surgió otra cuestión: la comunión en las manos. Hay quien dice que si la Iglesia lo permite entonces el problema no existe y hay quien dice que a pesar de todo… tocar el cuerpo de Cristo con manos no consagradas es como cometer un sacrilegio. ¿Dónde está la verdad?
Según don Nicola Bux, la verdad está en el medio pero se sabe que desde la antigüedad esta pregunta ha sido objeto de diferentes interpretaciones. Por ejemplo, la afirmación de que Jesús habría dado la comunión a los apóstoles en las manos cuando dijo “Tomad y comed todos”… pero según Don Nicola no es correcto decir esto; en Cristiani Hoy profundizó la cuestión:
“Creo que esta situación empezó mal desde tiempos de Pablo VI que no estaba convencido de dar esta concesión y luego hizo un indulto.
“Hay que tener en cuenta que si la comunión en las manos se hiciera con mucha reverencia por parte de los fieles y sentido de adoración, no sería un problema pero sabemos que algunos fieles no reciben el Cuerpo de Cristo con devoción y atención”.
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