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La piadosa costumbre de colocar belenes en Navidad, conmemorando el nacimiento del Niño Jesús, se ha extendido por todo el mundo. Pero, ¿cuándo se originó esta tradición?
Redacción (09/12/2021 15:11, Gaudium Press) La tradición de armar belenes o pesebres se originó con San Francisco de Asís, en 1223. En esa ocasión, el santo quiso explicar a los campesinos de la ciudad italiana de Greccio el misterio del nacimiento del Dios-Niño.
A pesar de la atención y el respeto de los fieles presentes, no demostraron que realmente entendieran. Fue entonces cuando, inspirado por la Divina Providencia, San Francisco tuvo la brillante idea de volverse más didáctico para los habitantes analfabetos de Greccio.
Un prodigio milagroso
El Santo mandó traer una imagen del Niño Jesús, un pesebre (especie de cajón donde comen las bestias), paja, un buey y un burro. En poco tiempo se compuso la escena: en el centro, el pesebre con las pajitas; al fondo, los dos pacíficos animales. Todo lo que faltaba era la imagen del Niño Jesús.
La tradición dice que en el momento en que, con gran devoción y ternura, San Francisco tomó en sus manos la imagen del Niño de Dios, se produjo un milagro increíble. Ante los ojos asombrados de todos, la imagen cobró vida y sonrió a Francisco, quien lo abrazó y lo acostó en la paja del pesebre.
El Belén de San Francisco
Los campesinos se arrodillaron en actitud de adoración, mientras el Niño Jesús sonreía una vez más y bendecía a todos los que allí estaban postrados a sus pies. Posteriormente volvió a ser una imagen inanimada; sin embargo, el recuerdo vivo del Niño Dios y su sonrisa quedó en la memoria de todos.
Desde entonces, los habitantes de Greccio comenzaron a montar el “Belén de San Francisco” todos los años, con la esperanza de que el milagro se renovara. A pesar de que la imagen ya no cobró vida, lo cierto es que los devotos del Niño Dios nunca dejaron de recibir las mismas gracias navideñas que recibieron los testigos del primer pesebre de la historia.
Tradición que se ha extendido por el mundo
La piadosa costumbre de montar belenes en Navidad, conmemorando el nacimiento del Niño Jesús, se ha extendido por todo el mundo y hoy podemos ver belenes de todos los tamaños, formas y materiales (barro, madera, porcelana, arena, chocolate, etc.) .
El nombre pesebre proviene del latín ‘praesaepe’, que designa el cubículo de alimento para las bestias. Normalmente, los belenes se instalan el primer domingo del tiempo litúrgico de Adviento y se desmontan el 6 de enero, fecha en la que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Epifanía del Señor. (EPC)
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