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Es un hecho que el orgulloso está lleno de sí mismo, pero ¿qué lo infla? Santo Alfonso responde de manera muy elucidativa.
Redacción (03/10/2024 10:04, Gaudium Press) “El orgulloso es como un globo lleno de viento que se siente grande delante de sí mismo. De hecho, toda su grandeza se reduce a un poco de aire que rápidamente desaparece, cuando el globo se rompe. Quien ama a Dios es verdaderamente humilde. No se enorgullece de ver en sí mismo algunas buenas cualidades. Sabe que todo lo que tiene es don de Dios, suyo, solo tiene la nada y el pecado. Por es, conociendo los dones concedidos por Dios, más se humilla, sintiéndose indigno y tan favorecido por Dios.
“Santa Teresa de Jesús, hablando de las gracias especiales que Dios le concede, dice: ‘Dios hace conmigo como hace con una casa a punto de caer, la sostiene con puntales’.
“¡Oh! ¡Si tan sólo pudiéramos comprender el valor de la humildad! Un acto de humildad vale más que la conquista de todas las riquezas del mundo.
(Extraído de: ALFONSO MARÍA DE LIGORIO. A prática do amor a Jesus Cristo. 22 ed. Aparecida: Editora Santuário, 2008, cap. IX, p. 16-18.)
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