Concluyó el XIII Congreso Misionero en Colombia, con más de 1.200 participantes

El Congreso, que acogió a más de 1.200 participantes, 300 voluntarios y 350 personas conectadas virtualmente, conmemoraba el centenario del primer congreso misionero en el país.

Redacción (08/07/2024, Gaudium Press) Ha concluido el XIII Congreso Nacional Misionero en Colombia, realizado de 4 al 7 de julio en la Universidad Javeriana de Bogotá, encuentro que tuvo como lema “¡En la Iglesia misionera, Colombia de primera!”. El Congreso, que acogió a más de 1.200 participantes, 300 voluntarios y 350 personas conectadas virtualmente, conmemoraba el centenario del primer congreso misionero en el país, realizado entre el 15 y el 24 de agosto de 1924.

Iniciado con la entronización de las reliquias de Santa Laura Montoya, la primera santa del país andino y una eximia misionera, particularmente junto a los indios, asistían Mons. Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia, y el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto de la sección para la primera evangelización y las nuevas iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización del Vaticano, quien tuvo a su cargo la primera conferencia titulada: “La misión ad gentes en la Iglesia local”. Se encontraba también el Cardenal Arzobispo de Bogotá, Mons. Luis José Rueda y el Cardenal Jorge Jiménez, Arzobispo emérito de Cartagena de Indias,y el Cardenal Rubén Salazar, Arzobispo emérito de Bogotá.

Mons. Francisco Múnera, arzobispo de Cartagena y nuevo presidente del episcopado colombiano, fue el encargado de presentar en nombre de los obispos el saludo de bienvenida a la asamblea de misioneros procedentes de todos los territorios del país, así como también dar la bienvenida al Cardenal Tagle, quien transmitió un mensaje del Papa Francisco.

“Nos sentimos muy felices los obispos de poder acompañar hoy, en nombre de toda la iglesia de Colombia, este momento misionero tan importante, en este escenario de la Iglesia Universal”, dijo el Arzobispo.

En su intervención el Cardenal Tagle expresó que la misión hunde sus raíces en una experiencia con Jesucristo, que impulsa a buscar a los otros para comunicar esta buena nueva. El misionero también es continuamente evangelizado mientras evangeliza a otros, por la acción del Espíritu Santo, pues “todos los seres humanos somos peregrinos en esta tierra”. El misionero igualmente busca entender la cultura y se encarna en la cultura de los misionados, anunciando de diferentes maneras a un Dios que es el mismo.

El compromiso, al final del congreso, es el de la búsqueda de aquellos que aún no comparten la fe cristiana, tanto al interior de las diversas diócesis del país, cuanto allende las fronteras.

Con información de ADN Celam y El Catolicismo.