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Aerbaiyán bombardeó la catedral de Sushi, símbolo del resurgimiento de Armenia hace 30 años.
Roma (08/10/2020 15:41, Gaudium Press) Desde hace una semana, más exactamente del 27 de septiembre pasado hasta hoy, tropas de Azeirbayán combaten contra las de Armenia por el control del enclave de Nagorno Karabaj, tierras en principio ubicadas territorio azerí, pero de hecho bajo la influencia de Armenia, pues la mayoría de sus habitantes son cristianos de origen armenio.
Desde la caída de la Unión Soviética, en 1989, y la proclamación de las repúblicas de Armenia y Azerbaiyán, este enclave ha sido objeto de disputa entre los dos países, que se han enfrentado de forma repetida por su control. De hecho, la disputa por ese territorio viene desde la caída del imperio ruso en 1918, pero el período soviético mantuvo apagado con mano de hierro el conflicto.
Sin embargo, hoy hay un elemento que enrarece hoy aún más el panorama, la clara injerencia de Turquía, enviando mercenarios yihadistas, como ha sido denunciado por diversas fuentes. Esto hace que las diferencias religiosas entre los dos países (Armenia es cristiana y Azerbaiyán musulmán) tomen cada vez más relevancia en el conflicto
Declaración de la Comunidad Armenia de Roma
Ahora la Comunidad Armenia de Roma ha emitido una declaración que denuncia actos que se constituirían en crímenes de guerra, particularmente el bombardeo de una catedral. El comunicado ha sido publicado en el site de Marco Tosatti:
No contento con bombardear los asentamientos civiles de la República de Artsakh [Nagorno Karabaj], disparar cohetes contra Stepanakert y otras ciudades, forzar a la población a vivir en sótanos como sucedió durante la guerra de los noventa, ahora el dictador Aliyev también llega a golpear los símbolos religiosos.
Esta mañana, la catedral de Ghazanchetsots (San Salvador) en la ciudad de Shushi fue alcanzada por cohetes.
Para el «Consejo de la Comunidad Armenia de Roma» se trata de un acto muy grave y exige una vez más la atención de Italia y Europa y la condena de estas acciones bárbaras que afectan la fe de las personas.
Azerbaiyán (quizás para complacer a los despiadados mercenarios yihadistas que luchan por él) busca trasladar el conflicto al nivel de una guerra religiosa. (…)
La Catedral de Shushi se encuentra en un lugar bastante aislado lejos de cualquier edificio que pueda tener un interés estratégico mínimo. [La edificación] Fue considerada un símbolo del renacimiento del pueblo armenio después de la guerra hace treinta años.
Informan Agencias internacionales que en el ataque a la catedral fueron heridos periodistas rusos y locales.
Es claro que tras gestos como la re-islamización de la Basílica de Santa Sofía en Estambul, a pesar de las presiones internacionales, el mundo entero tiene especial sensibilidad hacia todo lo que haga Erdogan, que ya fue acusado por diversas fuentes de enviar al frente de guerra 4.000 milicianos yihadistas y de estar enviando más.
Si se confirma que ahora Azerbaiyán – sostenida por Turquía – ha escogido como blancos predilectos a edificaciones religiosas y asentamientos meramente civiles, eso muy probablemente forzará una mayor intervención de Europa en el asunto. Sería lo normal.
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