Consejo de Estado francés da “plazo de 8 días” para que gobierno levante prohibición de celebraciones en lugares de culto

Restringir totalmente las celebraciones religiosas con fieles atenta contra la libertad de culto y es desproporcionada.

París (19/05/2020 12:49, Gaudium Press) Ayer en la tarde, el Consejo de Estado francés – máxima autoridad administrativa del país – ordenó al gobierno, en un plazo máximo de 8 días, “levantar la prohibición general y absoluta” de celebraciones con público que él había dispuesto para los lugares de culto.

El alto organismo ordenó al ejecutivo tomar nuevas medidas “proporcionadas” a la situación actual de riesgo sanitario.

Las razones aducidas por el Consejo para su orden son fundamentalmente dos:

La primera es que la libertad de culto “es un derecho fundamental”, y comporta naturalmente “el derecho de participar colectivamente en ceremonias en los lugares de culto”.

Y la segunda es la estimación que hace el Consejo de Estado de que “medidas de supervisión menos estrictas” que “la prohibición de toda asamblea” son realmente “posibles” en los lugares de culto, teniendo en vista la seguridad sanitaria, teniendo también en vista que en el último decreto del 11 de mayo sobre medidas de desconfinamiento, se permite “reuniones de menos de 10 personas en otros lugares abiertos al público”.

Concluye el alto tribunal que “la prohibición general y absoluta presenta un carácter desproporcionado con respecto al objetivo de y constituye así, teniendo en cuenta el carácter esencial de este componente [la libertad de asamblea] de la libertad de culto, una grave interferencia y manifiestamente ilegal a esta última”.

Voceros políticos han manifestado su alegría con esta determinación del Consejo de Estado, aunque también han dicho que estarán atentos a si “su ejecución sería aceptable” por parte del gobierno, particularmente en lo que se relaciona con el tiempo que tardará el gobierno en implementar la medida.

Una gran victoria

Maître Jérôme Triomphe, abogado que representó varios institutos católicos ante el Consejo de Estado, calificó la decisión como una “gran victoria”.

“Los católicos fueron los primeros en implementar medidas sanitarias antes del confinamiento. Aceptaron con disciplina las medidas sanitarias destinadas a proteger a los más frágiles entre los nuestros de cualquier contaminación. Pero a partir del momento en que se ordenó el desconfinamiento, que uno puede aglomerarse sin máscara en las tiendas, que los niños regresan a la escuela y que uno puede moverse libremente nuevamente en la vía pública, es inaceptable prohibir radicalmente una libertad tan fundamental y esencial como el culto, y más teniendo en vista que los ministros de culto proponen introducir medidas sanitarias mucho más estrictas que en los supermercados”.