En mayo el Coro y Banda Internacional de los Heraldos del Evangelio recorrerá Colombia: “un contacto con Dios y su Madre a partir de la belleza, infundiendo la esperanza, moviendo al bien”. Habla el P. Mario Ayala.
Redacción (19/04/2024, Gaudium Press) Del 1 al 13 de mayo estará de gira por Colombia el Coro y Banda Internacional de los Heraldos del Evangelio (Caballeros de la Virgen), tenido por muchos como uno de los mejores coros de canto gregoriano y polifonía sacra de América.
En Bogotá, el Coro y Banda Sinfónica realizará un gran concierto el primero de mayo en el Movistar Arena, y en Medellín en el Centro de Eventos Plaza Mayor el 9 de mayo.
Además se presentarán en las catedrales de Barranquilla, Santa Marta, Armenia, Pereira, Rionegro, Palmira y en la iglesia Santa Mónica, del norte en Cali.
Gaudium Press habló con el Padre Mario Ayala, EP, uno de los portavoces del evento, quien nos habló al respecto de esta gira.
Gaudium Press: Padre Mario ¿por qué esta gira por Colombia?
P. Mario Ayala: Se trata de un “Homenaje a la Madre de las madres”, la Virgen María, y a todas las madres colombianas en el mes de mayo, su mes. Igualmente tenemos el 13 de mayo, día la Virgen de Fátima, quien indicó al mundo la relación entre la oración –específicamente la recitación del Santo Rosario – y la paz. En un momento de tantas dificultades y angustias, la idea es elevar un canto de amor y fidelidad a María Santísima, indicando que con ella siempre habrá esperanza.
GP: Padre háblenos de estos músicos, quiénes son, qué los hace especiales…
Padre Mario: Antes que músicos se dedican al apostolado, es decir, personas que dedicaron su vida al servicio de Dios en total consagración; además son muy jóvenes, una media de edad de 24 años. El recogimiento propio a una vida de contemplación como la que llevan, unido al estudio intenso –y desde muy temprano– en sus conservatorios, favorece que sus voces y sus instrumentos sean impecables y su arte una verdadera oración.
GP: ¿Cuántos son? ¿Dónde tienen su sede?
Padre Mario: Más de 50. La mayoría vive en una de las principales casas de los Heraldos del Evangelio en Brasil, en las afueras de São Paulo.
GP: ¿De qué países?
Padre Mario: De varios, de muchos diría yo. Hay de Brasil, Italia, España, Portugal, EE.UU…. de varios otros; de Colombia también. Incluso hay uno del Líbano.
GP: ¿Y cómo es que cada uno escoge su instrumento? ¿Lo escogieron cuando ya eran Heraldos, imagino…
Padre Mario: Es así, la gran mayoría por lo menos. Cada uno elige de acuerdo a su ‘luz primordial’, o para ponerlo en plata blanca, según su gusto, su interés propio, sus habilidades. En eso hay libertad total, pues nada más equivocado que un músico forzado.
GP: ¿Pero a todos les gusta el mismo estilo de música?
Padre Mario: Le cuento que el repertorio es muy amplio, y con esto se atiende a las variadas apetencias. En sus interpretaciones hay música de todos los tiempos. Pero es claro que todos participan de un mismo carisma, lo que hace que tengan siempre una nota de alegría y grandeza en su estilo musical.
GP: Ellos ya estuvieron en Colombia, ¿cierto?
Padre Mario: Sí… de alguna manera. Desde 1998 hasta el 2004, durante 6 años consecutivos, vinieron a Colombia dirigidos por el propio fundador de los Heraldos, Mons. João Scognamiglio Clá Dias, quien constituyó ese grupo musical y lo dirigió él mismo durante mucho tiempo. Estamos cumpliendo 20 años de esto. Fue algo muy bello que marcó la vida de los Heraldos, pues su giras comenzaron por Colombia y luego se extendieron prácticamente a toda América y a Europa, especialmente a España, Portugal, Francia e Italia. Gran parte de los miembros de la agrupación de entonces son hoy sacerdotes; ahora vienen también estudiantes que han terminado o están terminando la Filosofía y la Teología.
GP: ¿Y quién es el director actual?
Padre Mario: Es un joven sacerdote de familia italiana, nacido en Paraguay, el Padre Hugo Ochipinti .
GP: ¿Que tiene la música Padre, que posee ese poder de atracción y hasta diría de persuasión?
Padre Mario: La sola música es todo un lenguaje, sutil, sí, pero es todo un idioma, con sus ideas, frases y creación de tendencias, que puede llegar directo al corazón, le habla al alma de forma muy profunda, muy real, muy cierta, aunque aparentemente no lo haga con un silogismo racional.
En nuestro caso, la música también busca ser oración, una escalera para llegar a Dios, agradecerle, alabarlo, implorar sus favores, incluso aunque sea música no estrictamente sagrada como el gregoriano sino profana, porque es de Dios todo verdadero arte y lo que busque aquello que San Pío X llamaba la “bondad de las formas”.
GP: Padre Mario, ¿qué pueden esperar los que asistan al concierto en el Movistar Arena, o a los otros conciertos?
Padre Mario: Cristo dice “donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”. Y donde está el Hijo está la Madre. Recordemos también que el Papa Benedicto decía que “el arte musical [está] llamado, de modo singular, a infundir esperanza en el corazón humano, tan marcado y a veces herido por la condición terrena”. Esta esperanza es sobre todo un mirar “hacia lo Alto, a abrirse al Bien y a la Belleza absolutos, que tienen en Dios su fuente última”, como también decía el Papa alemán. Entonces, lo que ocurrirá en los conciertos es un contacto con Dios y su Madre a partir de la belleza, infundiendo la esperanza, moviendo al bien, deleitándonos con la bondad de las formas musicales.
Todo bajo el manto de María, en el mes de las madres….
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