El presidente del país ya ha encarcelado a 6 pre-candidatos presidenciales, sus posibles contendientes.
Redacción (07/07/2021 09:20, Gaudium Press) Empeora la situación de Nicaragua, si es que eso es posible, y parece que lo es.
Ortega, aferrado al poder, encarcelaba pocas horas atrás al sexto precandidato presidencial de los últimos meses, Medardo Mairena Sequeira, y junto a este, lo hacía también con dos líderes campesinos. A todos estos, la Policía controlada por el orteguismo, acusa de autoría intelectual de asesinato de policías, civiles, secuestro, lesiones de policías, acusaciones estas que muchos no toman en serio, pues sospechan de su intencionalidad política.
La policía orteguista también detenía en las pasadas horas a dos líderes de la Asociación Unversitaria Nicaraguense, a los que acusaba de ser culpables de tomas y destrucción de centros de estudios.
Efectivamente, Mairena Sequeira era el sexto precandidato presidencial detenido, después de las detenciones de Cristina Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora. Al parecer Ortega teme ser derrotado por cualquiera, y no le queda más remedio, para que no ser desalojado de la silla presidencial, que barrer por cualquier medio a todos sus posibles contrincantes.
Pero es claro que esas actitudes aumentan el descontento popular, que encuentra en los obispos uno de sus canales de expresión.
Homilías del Arzobispo de Managua y el Obispo de Matagalpa
En la homilía del domingo pasado, el Cardenal Arzobispo de Managua, Mons. Leopoldo Brenes, afirmaba que hay “gente que nos ataca, que ataca al papa Francisco, que de una forma u otra quiere disminuir la fuerza de la Iglesia, nos insulta, somos perseguidos, calumniados, pero todo esto cae en el vacío, porque tenemos fuerte nuestra esperanza y confianza en el Señor”.
Decía también el purpurado que “vivimos en medio de dificultades, insultos, privaciones, persecuciones, calumnias”. “Tenemos dificultades, tenemos grandes problemas, tenemos los problemas de la pandemia que nos angustian, tenemos nuestros problemas políticos, sociales, económicos, familias que sufren porque muchos de sus familiares están privados de liberta”», agregó, refiriéndose a los presos políticos.
Por su parte Mons. Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, afirmó también en la homilía dominical que “nuestras mentes y corazones piensan y oran por los miles de migrantes forzados, que especialmente en las últimas semanas están buscando un mejor horizonte y dejan su tierra arriesgando su vida para encontrar lo que nuestro hermoso país no les ha ofrecido”.
Dijo igualmente este prelado que “Nicaragua está sangrando por el sufrimiento de los privados de libertad, por las familias disueltas por la migración forzada, por el dolor de los enfermos por la pandemia, por la pobreza extrema”, pero que los nicaragüenses no deberían caer en el pesimismo, y deben seguir luchado por una nueva Nicaragua.
En tiempos idos Nicaragua ya se libró de una dictadura sandinista. La tensión en el país, que alcanzó en los años recientes su clímax en el 2018, parecía haber disminuido, pero ahora se retoma en período previo a las elecciones generales que se realizarán el próximo 7 de noviembre. En esta situación, ciertamente, nuevamente la Iglesia será protagonista. (Gaudium Press / Saúl Castiblanco)
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