Diversos analistas ya han hablado sobre la materia, de lo que se empieza a llamar como el “verdadero inicio” del pontificado del Papa León.
Redacción (10/11/2025 11:55, Gaudium Press) Desde ya hay bastante expectativa por lo que surja del consistorio (reunión de cardenales) extraordinario, que tendrá lugar los próximos 7 y 8 de enero, el primero bajo el reinado de León XIV. Aunque la agenda oficial aún no ha sido publicada ya empiezan a tejerse hipótesis no solo sobre los temas, sino también de los énfasis, que querrá dar el Papa a esa importante reunión, que ciertamente tendrá como telón de fondo uno de los grandes ‘encargos’ señalados al Pontífice en las congregaciones generales, como es el mantenimiento y la protección de la unidad, harto en entredicho desde el pontificado anterior.
De acuerdo al código canónico la convocatoria a estas reuniones, en las que participan cardenales electores y no electores, puede verse motivada para examinar “asuntos de especial gravedad”, pero no solo, sino también “necesidades particulares de la Iglesia”, que siempre las hay.
En cualquier caso, en estas reuniones, el Pontífice no solo tiene la oportunidad de exponer sus preocupaciones o intereses, sino también la de escuchar la voz de cardenales venidos del mundo entero, lo que favorece la visión universal, con aplicación a cada realidad local. Tal vez estas interesantes condiciones de este tipo de reuniones, estén en la base de ciertos reproches realizados al pontificado anterior, que en más de diez años solo convocó dos, uno al año siguiente del inicio del período, sobre la ‘familia’ (del cual dicen que Francisco salió algo irritado), y otro en el 2022, cuando se quiso ambientar la nueva constitución Praedicate Evangelium, de reforma de la curia romana.
Además, que si se quiere favorecer la unidad, pues es importante escuchar lo que opinan estas voces, que son de relevancia particular.
Y aunque aún no hay agenda oficial, analistas como Franca Giansoldati (Il Messaggero – 10-11-2025) ven claves de lo que podría ser, por ejemplo, en la homilía de ayer de San Juan de Letrán, en la que el Pontífice evocó la imagen de una “cantera”, es decir de una ‘obra en construcción’, “imagen hermosa, que habla de actividad, creatividad, compromiso, pero también de esfuerzo, de problemas por resolver, a veces complejos”. Y para afrontarlos, como expresa Giansoldati, el estilo del Papa Prevost “típicamente agustiniano”, es más de “escucha a sus interlocutores, dialoga, comparte en comunidad y luego avanza”. No solo esta periodista, sino varios otros analistas ya se refieren a esta fecha como “el inicio de su ‘verdadero’ pontificado”, después del fin del jubileo, pues “de hecho, hasta ahora León XIV ha avanzado, cumpliendo todos los compromisos del Papa Bergoglio”.
“Con la conclusión del Año Santo, prevista para el día de la epifanía, es como si arribase la fase dos, aquella más personal y propia”, donde tendrá menos el peso “de tareas heredadas e inconclusas”.
“León XIV quiere escuchar primero a sus hermanos cardenales, compartir análisis, sintetizar y centrarse en nuevos desafíos. Todavía no hay una agenda [del pontificado] definida, y probablemente tampoco la haya en este consistorio. Es muy posible que Prevost permita que los temas más urgentes afloren libremente y fomente el debate, precisamente lo que faltó durante demasiado tiempo bajo el pontificado de Francisco y que fue la raíz de tantas divisiones internas”, dice Giansoldati.
Con otros matices, pero concidiendo en numerosos puntos, se expresa Francesco Capozza en Il Tempo (9-11-2025) cuando titula la convocatoria de “un consistorio extraordinario para la pax cardenalicia”. Entre los datos importantes aportados por Capozza, es que aunque el mensaje de convocatoria para este consistorio tiene fecha del 6 pasado “muchos purpurados extranjeros interpelados por Il Tempo han confirmado de estar ya en conocimiento de la voluntad papal y del inminente anuncio de este particular y además raro tipo de consistorio”.
Lo cierto, y como recuerda Capozza, es que en las congregaciones generales previas al cónclave no había mucho conocimiento entre los purpurados, e incluso no faltaron los cardenales que solo habían ido a la ciudad eterna al momento de la creación de su cardenalato, lo que no dejaba de ser un inconveniente para crear consensos en torno a la situación, la unidad, los desafíos de la Iglesia, y la indagación sobre candidatos que pudiese hacerles frente, porque si bien es cierto que el Espíritu ilumina, hasta para las Escrituras quiso contar con instrumentos humanos, con inteligencia, experiencia, voluntad y sensibilidad humanas.
Esta comunicación mutua y amplia, que buscaría ser frecuente, como favorecedora de la unidad, al parecer está en la mente del Pontífice en la convocatoria de este consistorio, además porque “en estos primeros meses del pontificado León XIV ya ha demostrado querer una ‘pax’ entre las varias corrientes cardenalicias, dando por ejemplo su placet a la aprobación de un (criticadísimo) documento de la Conferencia Episcopal Italiana sostenido por los progresistas, pero también concediendo a los tradicionalistas (…) celebrar en la basílica de San Pedro una misa en rito antiguo”.
Equilibrios todos esos no fáciles, que a veces se ven amenazados por ciertos gestos y acciones, pero que se deben procurar, siempre en la verdad cristiana, pues la historia ya ha mostrado el gran perjuicio de los desequilibrios. (CCM)






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