Religiosas de la Familia Misionera de Nuestra Señora – FMND, se encontraban cuidando los materiales que se usaban en las obras del centro espiritual San Pedro de Colombier, en el departamento de Ardèche, Francia.
Redacción (18/10/2023, Gaudium Press) La ecología radical, esos nuevos mandamientos que esta vez se toparon (literal) contra la fuerza física de una religiosa.
El hecho ‘de acción’ que ocurrió el pasado lunes 16 de octubre, se ha hecho viral en internet.
Religiosas de la Familia Misionera de Nuestra Señora – FMND, se encontraban cuidando los materiales que se usaban en las obras del centro espiritual San Pedro de Colombier, en el departamento de Ardèche, Francia. Habían llegado la víspera, mientras que los ecologistas de la asociación ‘El porvenir del valle de la Bourges’ (que no pasaban de 40) habían hecho su aparición la mañana del sábado, y ese lunes robaban y dañaban los materiales almacenados.
Algunas hermanas, cogidas de las manos, circundaban y cuidaban una retro-excavadora a la que en días pasados se habían encadenado dos de los ‘verdes’, para impedir los trabajos.
Al final, una joven religiosa, que se ve sin ánimo de agredir sino de recuperar lo que es propio, va detrás de un ecologista que estaba robando dos tubos de pvc. La religiosa se abalanza sobre el sujeto que cae por tierra, sorprendido de la osadía decidida y eficaz de la religiosa. Otro ecologista que contempló por unos segundos la escena, no se importa en nada y destruye otro tubo que tenía en su poder.
Se ve, pues a hombres usando de la fuerza contra mujeres, a quienes por demás les ha importado un bledo los ya innumerables procesos judiciales que han apoyado los trabajos de las religiosas, como el del tribunal administrativo de Lyon que rechazó en febrero pasado sus pretensiones.
Pero no, que un número ojalá significativo de personas sea acogidos en un centro de espiritualidad, pudiendo afectar ‘especies protegidas’, es razón suficiente para que los ecologistas quieran hacer imperar la fuerza.
No obstante las religiosas de la Famille missionnaire de Notre-Dame están decididas a hacer valer sus derechos “en la legalidad”, entre otros el de construir para bien espiritual de la especie (¿no protegida?) humana.
¿Son los ecologistas una especie de ‘nueva aristocracia’ que establece sus propias normas y sus fuerzas de choque por encima de la legalidad estatal?
“¿Cómo es que 35 personas están bloqueando la obra? Tuvimos que ser nosotros los que hicimos el servicio ayer, fueron nuestras hermanas las que hicieron una cadena para evitar que se encadenaran a la excavadora mecánica”, declara el P. Bernard Domini, superior de la Familia Misionera, al día siguiente del derribo protagonizado por la religiosa.
El anterior obispo de Viviers, Mons. Jean Louis Balsa, no había autorizado la construcción de una capilla para 3.500 personas, que le parecía un ‘proyecto desproporcionado’, y esa determinación había sido confirmada por el Dicasterio de los religiosos ante el que la comunidad había introducido un recurso. Los religiosos habían acatado esa determinación.
También estuvieron solícitos a los requerimientos de las autoridades civiles.
Pero tal vez no habían previsto la fuerza bruta que vendría de una nueva ‘aristocracia’. En todo caso, están decididos. (CCM)
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