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¿Hay alguien dispuesto a morir por un extraño?
Redacción (20/02/2023 12:16, Gaudium Press) Sufrir por extraños, sin ningún interés, sin necesidad, y morir por puro amor, es algo que no se encuentra.
Un rey que muere después de sufrir muchos tormentos y que es grandemente deshonrado por su esclavo, el cual en nada le ha servido, sino que le ha infligido graves ofensas, dignas de una muerte muy cruel; y que la razón por la cual este rey muere es por puro amor a aquel esclavo -cosa que no se ve ni se dice-, y que tamaño es su amor que causaría gran asombro en cualquiera que lo oyera, y por eso, con razón anunciaría a hombres la bondad de este rey por muchos días, o incluso por toda su vida.
Este amor sería tan admirable, tan nuevo y tan grande, que algunos, de flaca virtud y poco juicio, se escandalizarían, y no verían esta obra como se debe, diciendo que era exageración que la Real Majestad, llena de toda virtud, diese su preciosa vida por la vida de un malvado esclavo, cuando más bien merecía la muerte.
Comparando, pues, extremos tan diferentes –grandioso rey y malos esclavos–, mira ahora cuánto Cristo os amó, camina en el corazón del Señor, y, si tienes ojos de águila, haced uso de ellos, y aun así no serán suficientes para ver el resplandeciente y grande amor que aquella santísima alma posee en tan alto.
(SAN JUAN DE ÁVILA, Audi, Filia. Advertencias para los que quieren servir a Dios. Cultor de Libros, 2022, p. 323.)
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