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En medio a la discusión sobre si al presidente americano se le debe negar la comunión, el episcopado prepara documento sobre cómo recibir dignamente el pan del cielo.
Foto: Archivo
Washington (11/02/2021 10:59, Gaudium Press) En el marco de las discusiones sobre si a Joe Biden se le debe negar la comunión por su reiterado y constante apoyo al aborto, la Conferencia Episcopal de los EE.UU. está preparando un documento acerca de la “Coherencia Eucarística”.
En entrevista reciente y haciendo referencia al documento, el Arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, dijo que antes de negar la comunión a un fiel en manifiesto estado de pecado, el pastor debe conversar de forma privada con él.
Sin embargo, declaró el Arzobispo que “también tenemos un problema mayor, ya que muchos católicos ni siquiera comprenden el concepto de dignidad para recibir la Comunión, ¿verdad? El estar en estado de gracia”.
Restaurar la noción de la dignidad necesaria para recibir la comunión
“Entonces, el mayor problema es que los católicos ya no comprenden la idea de ser dignos para recibir la Comunión. Simplemente se ve como una especie de gesto simbólico de bienvenida y pertenencia. Aquí tenemos un gran esfuerzo catequético”, a ser realizado, agregó.
El Arzobispo contó que la Conferencia Episcopal de los EE.UU. ha conformado un equipo de trabajo para profundizar en el tema de la ‘coherencia eucarística’, un asunto que según las investigaciones es de apremiante urgencia dado el desconocimiento que los católicos americanos tienen de las nociones más básicas de ese divino sacramento.
Dentro de los temas catequéticos que está siendo abordados en el estudio de la coherencia eucarística, está en de la mutua relación entre confesión y comunión, y de la necesidad de la confesión para una digna recepción del sacramento eucarístico.
Pero la falta de relación que muchos fieles hacen entre confesión y comunión, puede deberse también a un incorrecto entendimiento del sacramento del altar, pues si se le considera al estilo protestante como un mero símbolo, pues no se entiende para qué purificar el alma antes de recibir a ese simple símbolo.
Es probable que el próximo documento episcopal sobre coherencia eucarística incluya también un aparte sobre la necesidad de la confesión frecuente.
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