viernes, 13 de junio de 2025
Gaudium news > Dejarse llevar por Dios: “Si tú le dejas…”

Dejarse llevar por Dios: “Si tú le dejas…”

La clave de la vida espiritual termina siendo no oponerse a la acción que Dios quiere realizar en nosotros. Dios quiere ‘cargarnos’.

5 2

Santa Maravillas de Jesús

Redacción (11/06/2025 18:30, Gaudium Press) “Si tú le dejas…” se dice que decía la Madre Maravillas de Jesús, repitiendo el verso de un canto popular que le era bastante querido. Pero claro, en los labios de esta santa, la frase adquiere una mayor brillo y colorido: “Si [el alma] se abandona del todo, el Señor va a llevar a cabo en este abismo de miseria la obra de su amor”, es otra frase que completa el sentido de la anterior, aunque esa primera tiene el sabor de la concisión, y de una verdad un tanto misteriosa, pero verdad.

“Si tú le dejas…”: Lo que dice de fondo, es que el Espíritu Santo nos quiere santificar, pero nosotros no le dejamos. Queremos hacer ‘nuestra obra’, queremos actuar por nuestra propia cuenta, sin la ayuda de Dios…

Tontos que somos.

Es como si un niñito de sala-cuna quisiera subir una montaña con sus propias fuerzas, teniendo un padre que lo quiere cargar. Pero eso somos.

Es decir, además de soberbios, necios, pues no contar con Dios es entregarse en manos del enemigo del hombre, que aunque ángel caído conserva todas sus facultades naturales de espíritu superior, como bien lo enseña la Teología: “Su poder. Es sencillamente formidable. No olvidemos que los demonios son ángeles, aunque malos. Conservan íntegra su naturaleza angélica con todo su inmenso poder. Si Dios les dejara en plena libertad para hacer todo el mal que quisieran, harían imposible la vida del hombre sobre la tierra”, recuerda Royo Marín. (1)

Decía un día Mons. Juan Clá, EP, que no rezar, no implorar el auxilio divino, es el absurdo de querer enfrentar la acción ‘temperamental’ del demonio con las propias fuerzas, algo que solo es posible con la ayuda del Espíritu Santo. Además, ya se dijo, el Espíritu Santo no solo nos quiere proteger del maligno, sino que nos quiere cargar, y nosotros no le dejamos.

Entretanto Dios, por boca de la Madre Maravillas y de cuantos otros, Él insiste e insiste: “Si tú le dejas…”.

Cuando lo que debemos hacer justamente es colocarnos como niño en brazos del padre o la madre, lo que constituye la esencia de la pequeña vía de esa pequeña gran Santa que es Santa Teresita. La frase de Santa Maravillas podía completarse así: “Si tú le dejas, que te cargue como niño en brazos de su madre…”

“El Señor se complace en mostrarme el único camino que lleva a esa hoguera divina, y ese camino es el abandono propio de la criatura que sin temor se duerme en brazos de su Padre”, ratifica la Doctora de Lisieux en su Historia de un Alma.

Pero es que tenemos arraigada la costumbre de no querer contar con Dios. Dios de pronto para los momentos de oración, pero el resto del tiempo, “que sean mis propias piernas…”, decimos. Pero si nuestras piernas no son nada…

“Señor, que os dejemos”, deberíamos decir. Que la Virgen venza ese caparazón de orgullo tonto. Que Ella nos inspire, a que por su intermedio nos pongamos totalmente y a todo momento en las manos de Dios.

Que Ella nos enseñe a escuchar, y a ser dóciles a la voz de Dios, hasta el día que podamos decir: “Señor, gracias a Ti y a tu Madre, ya te hemos dejado…”

Por Carlos Castro.

Deje su Comentario

Noticias Relacionadas