Los benedictinos habían sido expulsados por la Revolución Francesa. La abadía fue fundada por San Eloy en el S. VII.
Redacción (05/08/2021 13:23, Gaudium Press) Cuando una comunidad de benedictinos regresa a su monasterio, del que fueron expulsados hace más de doscientos años… Ese es el titular.
La emblemática abadía de Solignac, cerca a Limoges en el centro de Francia, fue instaurada hace no poco, en el S. VII, por San Eloy. Y después de varios siglos de vida monacal, llegó el fatídico año de 1790, cuando el terror revolucionario francés ya comenzaba a dibujarse, con todo su odio anticlerical. Los anticlericales expulsaron a los monjes.
La abadía fue sucesivamente prisión, escuela para chicas, fábrica de porcelana (de la mundialmente conocida porcelana de Limoges, recordemos), refugio de profesores católicos durante la II Guerra, y casa de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada desde 1945. Pero esta abadía ha estado desocupada los últimos 17 años.
Es así que, después de un período de discernimiento, los benedictinos la re-adquirieron.
Ahora, en la abadía – que claramente necesita también trabajos de restauración – se realizarán muchas actividades en coordinación con el obispado de Limoges.
La abadía será no solo un convento, sino un centro de espiritualidad, dedicado sí a la oración, pero también a retiros espirituales. Hay planes también para que allí se preparen jóvenes a la confirmación y otras actividades.
La inauguración oficial del monasterio será el próximo 28 de noviembre, pero desde ya hay monjes que son la ‘avanzada’ para evaluar labores a realizar. Ese 28 de noviembre celebrará la misa solemne el obispo de Limoges, Mons. Pierre-Antoine Bozo, y desde ese día los monjes celebrarán diariamente la eucaristía en la forma ordinaria del Rito Romano, con cantos gregorianos en latín. Las celebraciones estarán abiertas al público.
Los monjes también colaborarán con el sistema de educación católica local, y planean abrir una tienda con productos locales.
Recordemos: Europa se construyó en torno a los monjes.
Con información del National Catholic Register Fotos: Obispado de Limoges.
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