Santo Tomás Moro es reconocido por su martirio en defensa de la institución del matrimonio católico pero también fue un digno ejemplo de paternidad.
Londres (19/06/2020 19:07:20, Gaudium Press) Santo Tomás Moro, Patrono de los abogados y servidores públicos, puede ser considerado también un ejemplo apropiado para el próximo Día del Padre. Además de haber ganado el martirio en su defensa del matrimonio católico y la libertad religiosa bajo el gobierno del Rey Enrique VIII, su vida estuvo marcada por su carácter paterno. A causa de las dificultades que tuvo que enfrentar fue no sólo padre biológico, sino también padre adoptivo y padrastro.
Discernir la vocación a la paternidad
Antes de seguir su vocación al matrimonio, Santo Tomás realizó un discernimiento profundo sobre la posibilidad de la vida religiosa, pasando varios meses en un monasterio cartujo. Un año después de dejar el monasterio, contrajo matrimonio con su primera esposa, Jane, y con ella concibió cuatro hijos. Vivió un matrimonio ejemplar pero padeció la muerte de su esposa sólo seis años después.
Con cuatro hijos de corta edad, el Santo contrajo matrimonio con una viuda, quien también tenía una hija de su anterior matrimonio. Santo Tomás recibió a la hija de su esposa como su propia hija sin un trato diferencial frente a los hijos de su primer matrimonio. Pero además de los cinco hijos que ya tenían, decidió adoptar una niña vecina que quedó huérfana de madre y una niña adicional, lo cual elevó el número de sus hijos a siete.
Santo Tomás Moro: Padre y Mártir
Teniendo en cuenta la dedicación ejemplar de Santo Tomás a su familia, se entiende la dificultad que debió representar su decisión de permanecer fiel y enfrentar incluso el martirio para no ofender a Dios. Cuando el rey Enrique VIII no pudo concebir un hijo con su esposa, pidió la anulación del matrimonio la cual fue negada por el Papa. El rey entonces decidió separarse de la Iglesia Católica y fundar la iglesia de Inglaterra, que permitiera su divorcio y un nuevo matrimonio. Santo Tomás Moro se negó a jurar un reconocimiento de la legitimidad del segundo matrimonio y de la autoridad del rey como cabeza de la nueva iglesia.
Ya en prisión y con el peligro de perder su vida, fue visitado por su esposa e hijos quienes trataron de convencerle de acceder a las peticiones del Rey. Santo Tomás se negó a hacerlo y exhortó a su familia a mantenerse fuertes en la fe y dejar el país. Finalmente, el día de su martirio estuvo presente una de sus hijas adoptivas,Margaret Clement.
Con información de Aleteia.
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