Dice Avvenire que “Garrigou-Lagrange se convirtió de repente en el símbolo de una aproximación a la teología y al propio Santo Tomás que había que derribar”.
Redacción (16/08/2024, Gaudium Press) Reporta Infocatólica la sorpresa del periódico de los Obispos italianos, Avvenire, con la obra del gran dominico Réginald Garrigou-Lagrange.
“Una breve comprobación en Amazon revela una cifra sorprendente en sí misma: actualmente hay en el mercado una quincena de libros, en italiano, del dominico francés Reginald Garrigou-Lagrange (1877-1964), que fue una de las autoridades teológicas de la primera mitad del siglo XX y uno de los nombres más destacados del renacimiento de la filosofía tomista que pidió León XIII con la encíclica Aeterni Patris”.
Expresa Avvenire que “sorprende porque la influencia de Garrigou-Lagrange fue muy grande con las diversas cátedras que ejerció en el Angelicum de Roma desde 1909 hasta su muerte (con él Karol Wojtyla escribió su tesis doctoral sobre san Juan de la Cruz), con su gran producción de ensayos sobre metafísica, teología y espiritualidad, y con la red de relaciones intelectuales que tejió con la élite cultural francesa y más allá, como fue su claro rechazo en los años posteriores al Concilio”.
Dice también el diario que “Garrigou-Lagrange se convirtió de repente en el símbolo de una aproximación a la teología y al propio Santo Tomás que había que derribar [sic] y de una Iglesia ‘inquisitorial’ -debido también a las polémicas del dominico con los protagonistas de esa Nouvelle théologie que cobró protagonismo con el Concilio- que había que superar”.
Sin embargo, continúa el diario, entre los nombres y autores que debían representar la alternativa ‘actualizada’ a Garrigou-Lagrange, pocos gozan hoy de la vitalidad editorial que él ha redescubierto en las dos últimas décadas, incluso en el mercado francófono y sobre todo en el anglófono.
Por ejemplo, su último libro publicado en Italia, por Edizioni Studio Domenicano, es Fiducia e abbandono in Dio. Provvidenza e confidenza, publicado en francés en 1932, en italiano al año siguiente y reeditado ahora con una traducción revisada y una nueva edición (en español está la versión de Ediciones Desclée de Brouewer, Buenos Aires, 1945).
Se trata de un volumen que pone de relieve la estrecha relación entre las verdades centrales de la fe cristiana y la vida espiritual. Porque, leemos en la introducción, “considerar atentamente y contemplar con amor la existencia de Dios, su providencia, las perfecciones divinas como la sencillez, la bondad, la sabiduría y la misericordia de Dios, son acciones decisivas para orientar nuestra existencia y conducirla hacia la felicidad y la eternidad dichosa”.
En el libro, Garrigou-Lagrange da pruebas de esta conexión a lo largo de las más de 300 páginas de su disquisición, combinando vastedad de cultura con una claridad y sencillez de exposición que hicieron y siguen haciendo su fortuna.
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