“¡Cuán indiferentes son las almas ante tanta bondad, tantas pruebas de amor! Tienen tiempo para todo, menos para venir a recibir gracias junto a Mí…”
Redacción (05/10/2023 16:36, Gaudium Press)
Secretaria de mi misterio más profundo, tu misión es escribir, para beneficio de las almas, todo lo que te hago saber sobre mi misericordia, para que, leyendo estos escritos, se sienten reconfortados y animados a acercarse a Mí.
Mi Corazón rebosa de misericordia hacia las almas, especialmente las de los pobres pecadores. Puedan estos comprender que Yo soy para ellos el mejor Padre, que a su favor brotó sangre y agua de mi Corazón como de una rebosante fuente de misericordia. Para ellos resido en el Sagrario. Como Rey de Misericordia, deseo colmar de gracias a las almas, pero ellas no quieren recibirlas. ¡Oh! ¡Cuán indiferentes son las almas ante tanta bondad, tantas pruebas de amor! Tienen tiempo para todo, menos para venir a recibir gracias junto a Mí.
Diles a los pecadores que Yo siempre estoy esperándolos y presto atención a los latidos de su corazón cuando late por Mí. Escribe que les hablo a través del remordimiento de la conciencia, a través de los fracasos y sufrimientos, a través de los rayos y las tormentas; hablo a través de la voz de la Iglesia.
Escribe esto para las almas atribuladas: que el alma no se desespere al considerar sus pecados y medir su gravedad, al sondear el abismo de miseria en el que se ha hundido; láncese con toda confianza en los brazos de mi Misericordia, como un niño en los brazos de su querida madre. Tengo especial predilección por el alma que confía en mi bondad.
(Extractos del Diario de Santa Faustina Kowalska)
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