jueves, 21 de noviembre de 2024
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Dios no se asusta de nuestros pecados sino del cierre de nuestro corazón, dijo el Papa

Francisco continuó sus catequesis sobre San José, esta vez sobre su ternura paterna.

San Jose

Redacción (19/01/2022 11:55, Gaudium Press) En la secuencia de las catequesis que Francisco viene realizando en las audiencias de los miércoles, hoy habló sobre la ternura en el Patriarca San José.

Afirmó el Papa que los evangelios no dan detalles sobre el modo como San José ejerció su paternidad. Sin embargo, es posible “intuir que el hecho de haber sido un hombre justo influyó en la educación que le dio a Jesús, al que vio crecer en sabiduría, en estatura y en gracia”.

Recordó el pontífice que en la relación de Jesucristo con el Padre eterno, era patente la ternura y afirmó que “es hermoso pensar que el primero en transmitir a Jesús esta realidad haya sido José, que lo amó con corazón de padre”.

El Papa expuso a la audiencia los bellos términos de la parábola del Padre misericordioso, la parábola del Hijo Pródigo: “Sin detenerse en los errores de su hijo, lo acoge con ternura y alegría, con una actitud desbordante y gratuita de amor y de perdón que supera toda lógica humana”.

La ternura es algo más grande que la lógica del mundo

Dios quiere que su amor hacia nosotros, que tiene características de esa ternura, sea acogido así por nuestra parte, para que seamos capaces de tener un amor similar a los hermanos, expresó Francisco.

El Pontífice aludió a su reciente Carta Apostólica Patris Corde, cuando refiere características de la personalidad de San José: “Como hizo el Señor con Israel, así él le enseñó a caminar, y lo tomaba en sus brazos: era para él como el padre que alza a un niño hasta sus mejillas, y se inclina hacia él para darle de comer”.

“La ternura es algo más grande que la lógica del mundo. Es una forma inesperada de hacer justicia. Por eso no debemos olvidar nunca que Dios no se ha asustado de nuestros pecados, de nuestros errores, de nuestras caídas, sino que se asusta por el cierre de nuestro corazón, de nuestra falta de fe en su amor”

Concluyó el Pontífice con una oración al Patriarca:

San José, padre en la ternura,

enséñanos a aceptar ser amados precisamente en lo que en nosotros es más débil.

Haz que no pongamos ningún impedimento

entre nuestra pobreza y la grandeza del amor de Dios.

Suscita en nosotros el deseo de acercarnos al Sacramento de la Reconciliación,

para ser perdonados y también capaces de amar con ternura

a nuestros hermanos y a nuestras hermanas en su pobreza.

Sé cercano a aquellos que se han equivocado y por esto pagan un precio;

ayúdales a encontrar, junto a la justicia, también la ternura para poder volver a empezar.

Y enséñales que la primera forma de volver a empezar

es pedir perdón sinceramente, para sentir la caricia del Padre.

Con información de Vatican News

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