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La nota del Dicasterio de Doctrina de la Fe sobre Medjugorje fue aprobada por Francisco el pasado 28 de agosto. El documento fue hecho público el 19 de septiembre.
Redacción (25/09/2024 11:07, Gaudium Press) Resumiendo, de forma demasiado sucinta, lo dicho por el Dicasterio de Doctrina de la Fe sobre Medjugorje, este reconoce los abundantes “frutos positivos” que de allí se derivan, como numerosas conversiones, vuelta a sacramentos y vocaciones religiosas, y otorga un Nihil obstat lo que “no implica una declaración del carácter sobrenatural del fenómeno en cuestión (cf. Normas, art. 22, § 2), y recordando que los fieles no están obligados a creerlo, el nihil obstat indica que estos últimos pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público”.
Establece el Dicasterio, si bien muchos de estos mensajes son positivos y están alineados con la enseñanza del Evangelio, existen algunos que contienen expresiones teológicamente imprecisas o confusas, sin excluir también la posibilidad de que “ciertos mensajes —según la opinión de algunos— presentarían contradicciones o estarían relacionados con los deseos o intereses de los presuntos videntes o de otras personas”.
También establece que los peregrinos no deben acudir a Medjugorje con la intención de encontrarse con los “supuestos videntes”, sino para profundizar su fe.
Mons. Hoser y el Cardenal Ruini
Entre tanto, el documento reciente no parece haber tenido en cuenta lo dicho en 2017 a l’Avvenire por quien fue allí visitador apostólico y Arzobispo emérito de Varsovia, Mons. Henry Hoser, sobre una división de los mensaje de Medjugorje en dos partes.
En esa entrevista al medio italiano Mons. Hoser comentaba la filtración del informe de la comisión teológica presidida por el Cardenal Ruini sobre las apariciones, la cual expresaba “un parecer positivo sobre las primeras siete apariciones (aquellas que van del 24-25 de junio al 1 de julio de de 1981 ndr)”. Dividir el tema apariciones de Medjugorje en dos —las primeras siete y el resto— parecería una solución similar a la que tuvo el asunto de las apariciones de Kibeho, en Ruanda, que el propio Mons. Hoser mencionó en esa entrevista.
Las apariciones de Kibeho fueron aprobadas por Mons. Augustin Misago, obispo de la diócesis de Gikongoro, el 29 de junio de 2001, en coordinación con la Congregación para la Doctrina de la Fe, y son de las pocas que han recibido aprobación eclesiástica. Pero allí fueron aprobadas solo las que Nuestra Señora se presentaba como “Madre del Verbo”, y no aquellas en las cuales se habría manifestado Jesús. Sólo se tomó en consideración los dos primeros años de los fenómenos sobrenaturales, de 1981 a fines de 1983, y fue excluido el resto. Esta separación en dos periodos de dichas apariciones era bien conocida por Mons. Hoser, quien desde 1975 fue misionero palotino en Ruanda, permaneciendo allí hasta los 90. Incluso en 1994 fue por un breve periodo visitador apostólico del país, en ausencia del nuncio.
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