En total, el Papa reconoció las virtudes heroicas de 7 siervos de Dios, y autorizó la beatificación de un juez italiano asesinado por la mafia.
Ciudad del Vaticano (22/12/2020 12:20, Gaudium Press) Ayer, el Papa Francisco reconoció las virtudes heroicas de 7 siervos de Dios, entre ellos dos clérigos españoles, con lo que se acercan un poco más a la beatificación.
Se trata del primer obispo de Michoacán, México, Vasco Vázquez de Quiroga, y del sacerdote canario Antonio Vicente González.
Misionero en México
El P. Vázquez de Quiroga, nacido en Madrigal de las Altas Torres, llegó a México en 1536, y empezó a construir iglesias, hospitales, escuelas y misiones, en medio de la conquista del país.
Los indios estaban en una difícil situación, lo que no lo desanimó, sino que lo llevó a ayudarlos aún más. En determinado momento fue elegido obispo.
“Buen pastor canario”
El P. González nace en Agüimes en 1817 y es formado por los dominicos.
Es el primer párroco de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, fiscal de la diócesis, y secretario, vicerrector y catedrático de Teología Fundamental del seminario.
La gente lo distingue como orador fervoroso y elocuente, teniendo a la Virgen y a la Sagrada Forma como temas comunes de sus sermones.
En 1847 la isla de la Gran Canaria padece el hambre. El P. Vicente González monta frente a la Iglesia un centro de caridad, donde comparte sus ingresos con los pobres.
En 1851 llega el cólera a la isla, que se extendía más sobre las clases pobres por malas condiciones de higiene.
El sacerdote no huye sino que permanece atendiendo a los necesitados. “Se dedicó a hacer de médico, de padre, de hermano y de sacerdote”. El cólera lo alcanza y muere de esta enfermedad a los 34 años, siendo conocido entonces como el “buen pastor canario”.
Los otros siervos de Dios a los que se les reconoció la virtud heroica fueron los italianos Bernardino Piccinelli (1905-1984), Antonio Seghezzi (1906-1945, en el campo de concentración de Dachau), Bernardo Antonini (1932-2002, en Kazajistán) y Rosa Staltari (1951-1974); y el polaco Ignacio Stuchly (1869-1953).
El Papa también autorizó la beatificación de Rosario Angelo Livatino, juez italiano que “plantó cara a la mafia”. Fue asesinado en 1990, cuando tenía 38 años.
Con información de Ecclesia
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