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Una concepción ecocentrista puede dar lugar a un nuevo panteísmo con acentos neopaganos que deriva la salvación para el hombre de la naturaleza, entendida en un sentido puramente naturalista.
Redacción (15/03/2022 15:59, Gaudium Press) “Muchos encuentran tranquilidad y paz, se sienten renovados y fortalecidos cuando entran en contacto directo con la belleza y la armonía de la naturaleza. Aquí hay una especie de reciprocidad: cuando cuidamos de la creación, vemos que Dios, a través de la creación, cuida de nosotros. Por otro lado, una visión correcta de la relación del hombre con el medio ambiente nos impide absolutizar la naturaleza o considerarla más importante que la persona.
Si el Magisterio de la Iglesia expresa perplejidades acerca de una concepción del medio ambiente inspirada en el ecocentrismo y el biocentrismo, lo hace porque tal concepción elimina la diferencia ontológica y axiológica entre la persona humana y los demás seres vivos.
De esta forma, se elimina en realidad la identidad y función superior del hombre, favoreciendo una visión igualitaria de la “dignidad” de todos los seres vivos. Se introduce así un nuevo panteísmo con acentos neopaganos, que sólo deriva la salvación para el hombre de la naturaleza, entendida en un sentido puramente naturalista.
BENEDICTO XVI. Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 1/1/2010.
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