Hoy celebramos al Beato Juan de Fiésole, el famoso Fra Angelico, sacerdote de la orden de predicadores y uno de los más grandes pintores de la Historia.
Redacción (18/02/2024, Gaudium Press) Hoy celebramos al Beato Juan de Fiésole, el famoso Fra Angelico, sacerdote de la orden de predicadores y uno de los más grandes pintores de la Historia.
Nace por vuelta de 1387 o un poco más tarde.
Ya en su adolescencia participó de una escuela de pintura en Florencia.
Poco antes de 1423, entra a la orden dominicana junto a su hermano Benito, en Fiésole. En ese entonces cambia su nombre de pila, Guido, por el de Juan.
Fue dos veces vicario y una vez prior de ese convento.
Siendo fraile, siguió cultivando el arte de la pintura.
En 1438 va a Florencia, y fue entonces cuando pintó los famosos frescos de San Marcos de Florencia.
Trabajó también en Roma, donde pintó dos capillas de la Basílica de San Pedro.
Quería el Papa Eugenio IV hacerlo arzobispo de Florencia, pero el santo fraile rechazó, sugiriendo para tal dignidad a San Antonino.
Muere en Roma en el convento de Santa Maria sopra Minerva, el 18 de febrero de 1455. Poco tiempo después comienza a llamársele ‘angélico’.
Dice Giorgio Vasari, su biógrafo, que escribía su vida un siglo después de su muerte, que era “juzgado de todos no por menos santo que sobresaliente artista. Tenía el hábito de no retocar sus pinturas, sino dejarlas siempre como habían quedado la primera vez, por creer (según decía) que era la voluntad de Dios. Dicen algunos que fray Giovanni no tomaba los pinceles sí en primer lugar él no había hecho oración. Ni hizo nunca un Crucifijo, en que él no bañase de lágrimas su cara, por lo que ciertamente se conoce en las aptitudes de las figuras suyas, la bondad del gran espíritu suyo fundado en la religión cristiana”.
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