El buque insignia italiano, el Américo Vespucio, es ahora iglesia jubilar

También ahí los peregrinos podrán obtener la indulgencia plenaria del Jubileo.

Foto: Wikipedia

Redacción (17/01/2025, Gaudium Press) El Américo Vespucio es, sin duda, uno de los barcos más bellos del mundo. Este buque insignia de la armada italiana, es además ya iglesia jubilar, según designación de Mons. Santo Marcianò, obispo castrense de Italia, según fue anunciado en comunicado de la oficina de prensa del navío, el pasado 9 de enero.

Por tanto, durante el Año Santo, los peregrinos podrán obtener en él la indulgencia plenaria.

Es que además, el Américo Vespucio, que lleva el nombre del marino florentino que dio nombre al nuevo continente, es uno de los buques escuela más grandes que existen: tiene tres mástiles y más de cien metros de eslora, es decir de longitud. Su sede está en Livorno, es la costa occidental italiana, que es donde se ubica la Academia Naval del país.

Es cierto que el velero no cuenta con una capilla propiamente dicha, aunque siempre ha sido asistido por capellanes militares, que celebran la misa sea en cubierta o en el interior de la nave. En este Año Santo, será el Padre Mauro Medaglini, el capellán, quien “tendrá la tarea de acompañar a los marineros en este precioso tiempo del Jubileo”. De hecho, los militares podrán recibir “los beneficios espirituales de la indulgencia jubilar”, expresa el obispo castrense.

Lugar de peregrinación marítima

El barco continúa su travesía en una gira donde ha hecho escalas en más de 30 países y diversas metrópolis como Tokio, Los Ángeles y Singapur, sensibilizando al público sobre la protección del medio ambiente y los valores de la cultura y la historia italianas.

Pero ahora, como lugar sagrado jubilar del obispado castrense italiano, se convierte también en lugar “de peregrinaciones sagradas y visitas piadosas en el marco de sus misiones en el mar”, como especifica la declaración. Los fieles podrán visitarlo y participar en el proceso del Jubileo 2025.

En su homilía durante la Misa de apertura del Año Jubilar en la sede de la Organización Penitenciaria Militar el 8 de enero en Santa Maria Capua Vetere, cerca de Nápoles, Mons. Marciano explicó que durante el Año Santo “la Iglesia que vive entre los militares también quiere establecer signos que expresen la esperanza que la Iglesia y el mundo esperan de Dios, y que Dios confía al mundo militar”. Es un fuerte símbolo de “comunión con Dios y de fraternidad, al servicio de la vida humana, de la justicia y de la paz”, añadió.

Con información de Vatican News.