Ha salido un nuevo libro sobre el purpurado australiano, a dos años de su muerte, escrito por una periodista amiga suya.
Redacción (10/01/2025 14:54, Gaudium Press) Tras dos años de la muerte del purpurado australiano, ha salido un nuevo libro sobre el Cardenal Pell, esta vez escrito por Tess Livingstone, con el título George Cardinal Pell – Pax Invictis”, que podría traducirse como “George Cardenal Pell – Paz a los invictos”. La editorial es la famosa Ignatius Press.
La autora es corresponsal del diario The Australian, y amiga de longa data del perseguido purpurado, calumniado, quien estuvo por más de un año en la cárcel antes de ser absuelto Supremo Tribunal de Australia. Ella conversó con Edward Pentin, del National Catholic Register.
Tess Livingstone ya había publicado una biografía más corta del Cardenal, en el 2002, cuando aún era solo Arzobispo de Sídney. En esta biografía ahora ampliada, Livingstone describe el papel esencial del cardenal en la reforma de las finanzas del Vaticano, incluidos los muchos desafíos que enfrentó durante el proceso y el sufrimiento que soportó como resultado del error judicial de alto perfil que lo vio permanecer 404 días en prisión entre 2019 y 2020 por cargos falsos de abuso sexual infantil. “En retrospectiva, [todo] fue muy ilógico”, dijo Livingstone al National Catholic Register. “Fue tan ridículo”, dice la autora.
Igualmente destaca cómo el purpurado ofreció su propio sufrimiento por las víctimas de abuso y por la Iglesia. Resalta sus roles de liderazgo y logros, como por ejemplo el aumento de seminaristas y estudiantes en las universidades católicas.
Cuando llegó al Vaticano para liderar la reforma en 2014, dice Livingstone que el Cardenal abrazó plenamente el objetivo del Papa Francisco de una iglesia que ayude a los pobres, pero no su deseo de una iglesia pobre. Lo que él quería era “una iglesia mejor administrada”, y su prioridad era que las finanzas de la iglesia se usaran principalmente para la caridad y para los pobres en lugar de desperdiciarse en burocracia innecesaria. “Vino con la idea de solucionar el problema, de traer estándares modernos al lugar; no era una idea descabellada y al principio salió bien”.
Una feroz resistencia
Ella suscribe cierta ‘teoría de la conspiración’ contra el Cardenal Pell, al considerar que la reforma de finanzas que estaba haciendo en el Vaticano produjo una feroz resistencia entre antiguos funcionarios que le hablaban al oído al Papa Francisco. Esa oposición interna condujo a sospechas de colusión entre personalidades anónimas del Vaticano y Australia para sacarlo del camino. “Ellos estaban ciertamente muy felices de verlo partir”, dice la autora. “Él ha verdaderamente hecho un trabajo notable y eso dejó muy mal a la vieja guardia”.
La operación Tethering
Afirma que desde 2013, incluso antes de ir al Vaticano para la reforma financiera, el Cardenal fue el blanco de la “operación Tethering”, investigación lanzada por la policía australiana de Victoria contra el Cardenal, cuando aún no había ninguna acusación específica contra él. En el año 2017, cuando Pell fue acusado en Australia, se realizaron trasferencias de dinero misteriosas y no contabilizadas del Vaticano a Australia. ¿Algunas personalidades del Vaticano tenían conocimiento de la “Operación Tethering”, y la habrían utilizado para sus propios fines? “Esa es la teoría”, dice Livingstone.
La autora subraya que “aún no se ha descubierto con certeza qué ocurrió exactamente”. El propio cardenal Pell sospechaba que había fuerzas oscuras en acción. “Le habría gustado que todo este asunto se investigara a fondo”, dice Livingstone. “También le hubiera gustado que se creara una real comisión para investigar qué pasó con el sistema de justicia de Victoria. Eso salió mal”.
Su mayor preocupación eran las falsas doctrinas
Entre tanto, su mayor preocupación era probablemente la de las falsas doctrinas y, aunque era reacio a definirse como “tradicionalista”, estaba decidido a defender el depósito de la fe y a mantener la Tradición Apostólica.
¿Qué podría pensar entonces el cardenal Pell del estado actual de la Iglesia dos años después de su muerte?
Sus preocupaciones sobre el estado de la Iglesia no eran ningún secreto. En Pax Invictus, Livingstone disecciona el famoso memorándum “Demos”, publicado en marzo de 2022, muy crítico con el Papa Francisco y el pontificado en general. Ella revela que fue escrito en parte por él, pero que fue un esfuerzo de grupo, y agrega que su amado tío, Harry Burke, solía escribir a los periódicos bajo el seudónimo de Demos.
Hoy en día, las preocupaciones de Pell probablemente habrían aumentado. Livingstone dijo que habría considerado el Sínodo sobre la sinodalidad, a menudo visto como un intento de debilitar la doctrina de la Iglesia, como “una completa pérdida de tiempo”, y pensaba que el proceso sinodal “estaba totalmente equivocado”. Ella recuerda la descripción que hizo de él en un mordaz artículo que escribió en la revista británica Spectator, publicado justo después de su muerte, como una “pesadilla tóxica” y un popurrí de “efusión New Era de buena voluntad”.
Livingstone dijo que el cardenal habría estado “muy complacido” de ver restaurada la Catedral de Notre Dame en París, pero “extremadamente irritado” por la renovación del controvertido acuerdo de 2018 entre el Vaticano y Pekín sobre el nombramiento de obispos. Pell siempre había sido “decididamente anticomunista”, recordó Livingstone, lo que explica por qué estaba “tan enojado por el acuerdo con China”. Sus grandes héroes de la infancia, señala, fueron luchadores anticomunistas del siglo XX como el arzobispo croata Aloysius Stepinac de Zagreb y el cardenal húngaro Joseph Mindszenty, así como el actual cardenal chino Joseph Zen Ze-kiun.
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