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Kamel Abderrahmani escribió para Asia News.
Redacción (14/07/2020 10:46, Gaudium Press) Es ya conocida en los círculos católicos franceses la voz de Kamel Abderrahmani, un joven musulmán que rechaza radicalismos de otros musulmanes.
Ahora Asia News publica su carta sobre la conversión en mezquita de la Basílica Santa Sofía, en Estambul, ocurrida el pasado 10 de julio.
Esta basílica es uno de los edificios religiosos más simbólicos del mundo.
Algo de historia
Erigida entre el 532 y el 537 por el emperador Justiniano, es esta la tercera estructura en el lugar, pues las dos anteriores fueron arrasadas por incendios.
La Basílica de Santa Sofía es también un lugar por donde ha pasado la historia de la humanidad. Principal iglesia del imperio romano de Oriente: esto es suficiente para demostrarlo.
Ahí llegaron los cruzados en varias ocasiones, hasta que un día, violentos, la transformaron entre 1204 y 1261 en catedral de rito latino.
Fue ahí, en Santa Sofía, donde el Cardenal Humberto de Silva radica la excomunión a Miguel Cerulario, patriarca de Constantinopla, con lo que se inicia el Cisma de Oriente.
Constantinopla es conquistada por los otomanos en 1453, y la Santa Sabíduría (pues en griego sophia es sabiduría) se transforma en mezquita bajo las órdenes de Mehmed II. Seguiría siendo edificio usado para el culto musulmán hasta 1931, cuando fue cerrada al público para ser reabierta en 1935 como museo. El pasado 10 de julio, el Consejo de Estado de Turquía decidió retirar el estatus de museo a Santa Sofía, y poco después el presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció que esta se abriría para oraciones musulmanas el próximo 24 de julio. Es decir, nuevamente es mezquita.
Reacciones múltiples
Las reacciones a estas medidas de Erdogan han sido varias. Autoridades griegas la consideran una provocación.Francisco manifestó su dolor por el hecho, después del Ángelus el domingo pasado.
Afirma Kamel Abderrahmani que un miembro reconocido de los ortodoxos rumanos, Ioan Sauca, escribió al presidente turco: “Fue un buen test del aprecio de Turquía al secularismo y su deseo de dejar atrás los conflictos pasados”.
Expresa Abderrahmani que la intención política de Erdogan es clara, en el sentido de querer recoger el apoyo del electorado religioso y fundamentalista, nostálgico de la Era Otomana, máxime después de la perdida del fortín de Estambul en las pasadas elecciones municipales.
Pero también afirma el joven musulmán que el mensaje a Occidente es claro: “Dominar y subyugar, siempre y en todo tiempo”. “¡Erdogan quiere testear cuán lejos puede ir en provocación y en empujar los límites! Silencio en frente de estas maniobras es una forma de abdicación”.
Manifiesta Abderrahmani que “el mundo occidental no parece comprender los fundamentos de esta decisión [de Erdogan]”, “como si Hagia [Basílica de Santa] Sofía fuese en la historia sólo un simple museo, como si el fundamentalismo de Erdogan parase allí”.
Para las oraciones musulmanas del próximo 24 de julio, se ha dado orden de que con un sistema de velos y luces, se oculten los frescos y mosaicos cristianos. Y se prepara un sistema de cortinas para tal efecto.
“Esta medida nos regresa a resaltar el aspecto peligroso de la explotación de la religión, lo cual, en una vía o en otra, crea tensiones y prepara terreno para nuevos choques de cultura que podrían ser evitados. En otras palabras: en el contexto en el cual el Islam político domina, la paz desaparece y con ella la fraternidad y el respeto por las otras religiones”, expresa el joven.
También cita Abderrahmani a un miembro del Concejo del Gran Muftí de Egipto, Ibrahim Negm, quien afirma que la decisión de Erdogan es “un peligroso juego político”, y expresa el joven que dicha acción confirma que “cada vez que el Islamismo llega al poder en un estado democrático y secular, declara la guerra a las civilización, culturas y otras religiones”.
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