En conferencia online organizada por la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, habló el Arzobispo mayor Mons. Sviatoslav Schevchuk.
Redacción (20/02/2023 15:14, Gaudium Press) En momentos de calamidad, la gente busca a la Esposa de Cristo, la Madre Iglesia.
Eso también sucede en Ucrania, donde el 24 de febrero próximo se completa un año de la invasión rusa al país y el desencadenamiento de la guerra que ha ocupado la atención del mundo entero, y que arroja las cifras dramáticas de siete millones de personas fuera del país y alrededor de ocho millones de desplazados internos, entre otras.
La Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) organizó en días pasados una conferencia online en la que el Arzobispo greco-católico ucraniano, Mons. Sviatoslav Shevchuk trató de la necesidad de formar sacerdotes que puedan reconocer y hacer una atención primera de problemas psicológicos y físicos, algo que es requerido por el sufrimiento de la población.
“De la Iglesia la gente espera comida y ropa, pero también una palabra de esperanza. La atención pastoral al pueblo es nuestra misión número uno: sobre todo, curar las heridas de las personas. Casi el 80% de los ucranianos necesitan ayuda para superar sus traumas psicológicos, físicos y demás. Nuestra tarea como Iglesia es ayudar a curar las heridas de nuestra nación”, dijo el Arzobispo mayor.
Pero, ¿por qué la Iglesia? Hay también una razón histórica: “Los ucranianos tienen miedo a buscar ayuda psicológica, porque en la Unión Soviética la psicología se utilizaba como herramienta de represión estatal. Cuando la gente tiene un problema, primero acude a un sacerdote. Por ello, debemos preparar a los sacerdotes para este tipo de asesoramiento espiritual. Es el primer paso hacia cualquier otro tipo de ayuda clínica o psicológica”.
El año pasado, la Iglesia pudo enviar a algunas personas al extranjero, para que recibieran tratamiento especializado y rehabilitación. Pero el aumento de esas necesidades y requerimientos, torna forzoso que deban ser atendidos en la propia Ucrania.
La idea es que cada diócesis cuente con un centro especializado, para lo que el presidente de ACN, Thomas Heine-Geldern, ofreció su colaboración.
Presencia del nuncio en la conferencia online
En la conferencia online también estaba presente el nuncio en el país, Mons. Visvaldas Kulbokas. Al prelado lo que más le preocupa “es la gente que vive cerca de la línea del frente, que es bombardeada constantemente. Me han contado que, cuando visitan las regiones del frente, se encuentran allí a nuestros sacerdotes católicos más deprimidos y más cansados”.
Además hay tres grandes zonas que no tienen sacerdotes católicos, porque o fueron arrestados o fueron expulsado, o no pueden continuar trabajando: Donetsk ocupada, Lugansk ocupada y partes de la región de Zaporizhzhia que también están bajo ocupación.
Los padres Iván Levytsky y Bohdan Heleta fueron capturados por los rusos el 16 de noviembre pasado, acusados de liderar la resistencia en la ciudad de Berdiansk. Se teme que puedan estar siendo torturados, expresa Mons. Shevchuk.
Pero también preocupa la gente que regresa a sus hogares: “Se ha liberado casi la mitad del territorio ocupado, pero allí los que regresan se encuentran ciudades destruidas e infraestructuras inexistentes. Muchas personas están regresando, pero no tienen electricidad ni medios para sobrevivir. Rusia está bombardeando sistemáticamente infraestructuras críticas: el 50% de la red eléctrica está destruida”, cuenta Mons. Shevchuk.
Tanto el nuncio Kulbokas como el Arzobispo Mayor de los ucranianos Shevchuk agradecen la ayuda que ACN ha proporcionado a los ucranianos, pues la entidad ha financiado más de 200 proyectos por un monto mayor a los 9,5 millones de euros, ayuda de la que se han beneficiado más de 15,000 personas.
Con información de ACNcolombia.org https://www.acncolombia.org/ucrania-casi-el-80-de-la-poblacion-necesita-ayuda-para-superar-sus-traumas/
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