El prelado, que ‘sonó’ para el Dicasterio de la Doctrina de la Fe, ha dado declaraciones a Rheinische Post.
Redacción (07/03/2023 10:03, Gaudium Press) Noticia Settimana News, las declaraciones de Mons. Heiner Wilmer, Obispo de Hildesheim en Alemania, cuando dice que ha puesto en guardia a co-hermanos, clérigos y laicos contra expectativas muy altas en materia de reformas alcanzadas por el llamado y cuestionado Camino sinodal alemán.
Las declaraciones del Obispo Wilmer, previas a la próxima asamblea de ese Camino a ser realizada entre el 9 y el 11 de marzo en Francfort, no pasarían de unas más de uno de los tantos obispos reformistas alemanes, esos que propugnan por la abolición de la moral católica en materia sexual y la transformación de la Iglesia en un órgano de corte liberal-democrático, si no fuese porque este prelado ‘sonó’ insistentemente como reemplazo del Cardenal Ladaria al frente del dicasterio de la Doctrina de la Fe.
A finales del año pasado y a inicios de este, diversos medios recogieron no solo el rumor de que el Papa estaba pensando nombrar a este prelado al frente de ese dicasterio, sino que ante el hecho un amplio grupo de Cardenales manifestaron de forma enfática a Francisco su rechazo a esa posibilidad.
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En la época, por ejemplo La Nuova Bussola Quotidiana calificaba a Mons. Wilmer como “uno de los obispos más a favor de revocar la enseñanza de la Iglesia sobre la moral sexual”; que se mostró molesto “por la oposición de más de un tercio de los obispos alemanes al texto base sobre la sexualidad humana” que se debatía en el cuestionado llamado Camino Sinodal alemán; que en su diócesis las bendiciones de parejas homosexuales son “una práctica normal” que él impulsa.
Sorprendieron también sus declaraciones antiguas, sobre una cierta hiper-valorización de la eucaristía.
Ahora, en declaraciones ofrecidas a Rheinische Post, Mons. Wilmer dice, refiriéndose al Camino Sinodal, que “no todos los días hombres y mujeres se sientan junto a obispos alrededor de grandes mesas y discuten entre ellos. Esto ha levantado grandes expectativas. Dijeron: ‘ahora por fin podemos dar un cambio a la Iglesia’ ”.
“Yo -explicó- estoy definitivamente a favor de una renovación. Tenemos que seguir adelante, pero somos demasiado impacientes. En Alemania, a veces, falta el aliento largo. Falta la disponibilidad de reconocer que no todo se puede lograr en la vida”.
Por tanto, un aviso al Camino Sinodal: Vamos para allá, pero no tan rápido. Este es el prelado que ‘sonó’ (¿sigue sonando?), para custodiar la fe de la Iglesia. (SCM)
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