La encíclica pretende promover una aspiración mundial a la fraternidad y la amistad social, desde la pertenencia común de todos los hombres a la raza humana, creaturas del mismo Creador.
Redacción (05/10/2020 09:36, Gaudium Press) El Papa Francisco, ha firmado su tercera encíclica, “Fratelli tutti” (Hermanos todos) , la cual ha definido como una encíclica social, y que toma su título de las “Admoniciones” de San Francisco de Asís, quien usó esas palabras “para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio”.
La encíclica pretende promover una aspiración mundial a la fraternidad y la amistad social, desde la pertenencia común de todos los hombres a la raza humana, creaturas del mismo Creador.
La encíclica tiene en vista también la globalización e interconexión del mundo actual, que hace que los destinos de los hombres estén cada vez más unidos entre sí.
Esta fraternidad humana debe concretarse en la “mejor política”, que debe estar al servicio del bien común, el cual tiene en su centro la dignidad del ser humano.
Una política que sepa encontrar soluciones a los atentados contra los derechos humanos fundamentales, teniendo particularmente en vista la eliminación del hambre y la trata.
La justicia en el mundo también se logra en la promoción de la paz, la cual no es solo la ausencia de guerra, y está ligada a la verdad. Una justicia que se realiza a través del diálogo, en nombre del desarrollo recíproco.
La emergencia sanitaria mundial ha servido par demostrar que “nadie se salva solo” y que ha llegado el momento de que nos “soñemos como una única humanidad”, en la que somos “todos hermanos”. Hay que derrotar el “virus del individualismo radical”. Francisco exhorta a “salir de nosotros mismos” para encontrar en los demás “un crecimiento de su ser”, abriéndonos al prójimo según el dinamismo de la caridad que nos hace tender a la “comunión universal”.
La estatura espiritual de la vida humana está medida por el amor que es siempre “lo primero” y nos mueve a buscar lo mejor para el otro, lejos de todo egoísmo.
El Papa define la vida como “arte del encuentro” con todos, pues “de todos se puede aprender algo, nadie es inservible”. A este encuentro deben colaborar los medios de comunicación, promoviendo la cercanía y el sentido de la familia humana.
Con información de Vatican News
Deje su Comentario