El Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, consagró el 29 de octubre Tierra Santa y a todos sus habitantes al Inmaculado Corazón de María.
Redacción (30/10/2023, Gaudium Press) El Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, consagró el 29 de octubre Tierra Santa y a todos sus habitantes al Inmaculado Corazón de María.
El acto de consagración se llevó a cabo durante la celebración de la Santa Misa de la Solemnidad de la Virgen María, Reina de Palestina, en el santuario de Deir Rafat, situado a 50 kilómetros de Tel Aviv.
La ceremonia de consagración tiene lugar en un momento en que Tierra Santa y Palestina enfrentan conflictos, violencia y tensiones políticas. La decisión del Cardenal fue invocar una vez más la intercesión de Nuestra Señora para pedir la paz para los habitantes de la región.
En sus palabras, el cardenal Pizzaballa explicó que, lamentablemente, la humanidad se ha desviado del camino de la paz y ha olvidado las lecciones dejadas por los innumerables sufrimientos causados por las últimas guerras. Por eso, suplicó al Señor perdón por nuestros pecados y pidió a la Virgen que guiara nuestros pasos: “Madre de Dios y Madre nuestra… caminaste una vez por los caminos de nuestra tierra; guíanos ahora por los caminos de la paz”.
Las palabras del acto consagratorio no dejaron de alentar un sentimiento de fraternidad: “Reina y Madre nuestra, muestra a los habitantes de tu patria el camino de la fraternidad. En medio del trueno de las armas, convierte nuestros pensamientos en paz y nuestras espadas en rejas de arado”. El Patriarca latino también hizo un llamado a los líderes, instándolos a trabajar juntos por el bien común de la humanidad.
El cardenal pidió que el abrazo maternal de la Virgen María pueda dar consuelo a quienes están heridos, afligidos o se han visto obligados a abandonar sus hogares debido a los conflictos. El acto de consagración concluyó con una súplica por el fin de la guerra y la expansión de la paz en las ciudades y pueblos de Tierra Santa.
Tradicionalmente, la Solemnidad de la Virgen María, Reina de Palestina, es celebrada por miles de fieles en el santuario de Deir Rafat, entre Tel Aviv y Jerusalén. Sin embargo, este año, debido a la guerra en la región, pocas personas estuvieron presentes. (FM)
Deje su Comentario