Francisco invitó a pedir “la gracia del estupor” ante todo un Dios que se hace niño en la cuna de Belén.
Ciudad del Vaticano (23/12/2020 15:23, Gaudium Press) En su catequesis de la Audiencia General de hoy, cuando ya nos encontramos ad portas de la navidad, el Papa Francisco ha insistido en que el cristiano “sabe que la Navidad es un evento decisivo, un fuego perenne que Dios ha encendido en el mundo, y no puede ser confundido con las cosas efímeras”.
El hombre necesita de la Navidad
Francisco expresó que este tiempo de Navidad es propicio para que renovemos la fe y pensemos en la dramaticidad de la Historia de los hombres.
Por un lado “los hombres, heridos por el pecado” siguen en la búsqueda de “verdad, de misericordia, de redención”. Por otra parte Dios se hace hombre y viene “a nuestro encuentro para comunicarnos la Verdad que salva y hacernos partícipes de su amistad y de su vida”. Es decir, Dios viene a atender las necesidades y llenar las expectativas de los hombres.
“Dios no nos ha mirado desde arriba, no ha pasado de largo, no ha sentido asco por nuestra miseria, no se ha revestido con un cuerpo aparente, sino que ha asumido plenamente nuestra naturaleza y nuestra condición humana. No ha dejado nada fuera, excepto el pecado: toda la humanidad está en Él” y esto – afirmó el Papa – “es esencial para comprender la fe cristiana”.
Reflexionar delante del pesebre
Lo anterior nos debe mover a contemplar el pesebre con ojos reflexivos y ojos de fe.
Debemos dejar que renazca el estupor por la manera “maravillosa” en la que Dios ha querido venir al mundo.
“Pidamos la gracia del estupor”; esto “hará renacer en nosotros la ternura”, esa que “solo nos puede traer Dios” y que hoy “necesitamos”: “¡tenemos tanta necesidad de caricias humanas, delante de tantas miserias!” exclamó el Pontífice.
“Si la pandemia nos ha obligado a estar más distantes, Jesús, en el pesebre, nos muestra el camino de la ternura para estar cerca, para ser humanos. Sigamos este camino”, recomendó el Papa.
Con información de Vatican News
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