Suhail Shadi Abu Dawod, de la ciudad de Gaza, de 18 años, solo esperaba una visa italiana para iniciar su noviciado en el Instituto del Verbo Encarnado, pero justo en ese momento estalló la guerra entre Israel y Hamas.
Redacción (11/03/2024, Gaudium Press) CNA trae la noticia de Suhail Shadi Abu Dawod, de la ciudad de Gaza, quien ya tiene 18 años, y que solo esperaba una visa italiana para iniciar su noviciado en el Instituto del Verbo Encarnado, pero justo en ese momento estalló la guerra entre Israel y Hamas.
“Comencé a pensar en unirme a la congregación del Verbo Encarnado en 2021, cuando tenía 15 años”, dijo Abu Dawod a CNA a través de su párroco, el padre Gabriel Romanelli. “Deseo unirme a ella porque es una congregación sencilla y humilde que difunde el mensaje de amor, espiritualidad, rezo del rosario y fe en todo el mundo”.
Él ya tiene el rago de postulante y sigue la senda de dos sacerdotes de su parroquia que ya hacen parte del IVE.
“Cuando la guerra comenzó e interrumpió mi viaje [a Italia], sentí una profunda tristeza y decepción. Sin embargo, me di cuenta de que Dios está preparando un don significativo para mí y para el desarrollo de mi vocación. Es parte del plan de Dios. Confío en la orientación de Dios y creo firmemente en su gracia para mí”, dijo.
Como cientos de otros cristianos en Gaza, Abu Dawod y su familia abandonaron su hogar y han estado viviendo en las instalaciones de la Parroquia Latina de la Sagrada Familia, en el norte de Gaza, durante los últimos cinco meses.
El postulante Abu participa en la Misa como monaguillo y cuida de los más jóvenes. También ayuda en la producción de hostias sacramentales, forma parte del grupo scout, juega fútbol y está aprendiendo a tocar la gaita. La violencia y la muerte a su alrededor no han sacudido su fe, sino que, según él, la han fortalecido.
“Mi fe está floreciendo en medio de los desafíos de la guerra, creciendo día a día a través del rezo diario del rosario, la lectura de las historias de vidas de santos y, lo más importante, la meditación cada domingo frente al Cuerpo de Cristo. Jesús, siendo la fuente de mi fe, es el fundamento sobre el que pongo toda mi confianza”, dijo.
También ha “aprendido a ser más paciente, especialmente en las cosas que le pido a Dios, reconociendo que Él tiene un plan para mí y para las cosas buenas que vendrán en mi camino. Tengo que esperar a que se desarrolle su gloriosa voluntad”, expresó.
En la difícil situación que vive, el monaguillo-postulante dice que ha aprendido que “Dios siempre tiene misericordia de nosotros” y “Dios está con nosotros, nunca nos abandonará en esta difícil situación”.
Los cristianos de Gaza se han negado sistemáticamente a abandonar su parroquia y dirigirse al sur de la ciudad, a pesar de la amenaza de ataques y bombardeos. “Somos como el Arca de Noé en los días del diluvio”, dijeron los miembros de la parroquia a su párroco, el padre Romanelli, que no ha podido regresar a la parroquia desde que estalló la guerra.
Abu Dawod ahora vive la cuaresma “de una manera diferente a cualquier otro año anterior. Estoy orando más, rezando el santo rosario y asistiendo a la santa misa. Ayuno más, me abstengo de consumir cosas que solía disfrutar, y extiendo el perdón a los demás, ya que esta temporada exige la reconciliación”.
“Rogamos a Dios por la paz, la misma paz que se extendió por todo el mundo en el momento de la resurrección de Jesús”, dijo. “Mis fervientes oraciones están dedicadas a la justicia y al establecimiento de una paz duradera en Tierra Santa, particularmente en nuestra ciudad de Gaza”, concluyó.
Con información de CNA
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