Es lo que se deduce de investigación publicada por el Journal of Religion and Health.
Redacción (26/06/2025, Gaudium Press) Reporta El Debate, recogiendo información de CNA, que el rezo del Rosario no solo nos une al cielo, sino que aporta un mayor bienestar personal, mayores niveles de empatía, y menor incidencia en conflictos.
La investigación que llevó a esas conclusiones, publicada en el Journal of Religion and Health, analizó a 361 participantes de tres países con fuerte tradición católica: Italia, Polonia y España.
Además, los datos arrojaron un hallazgo revelador: más del 60 % de los encuestados tenía estudios de posgrado, desafiando así la idea de que las devociones tradicionales solo atraen a personas con bajo nivel educativo. “Nos impresionó cómo esta práctica trasciende las fronteras educativas y generacionales”, afirmó el padre Lluís Oviedo, investigador principal y profesor en la Universidad Pontificia Antonianum de Roma.
De los 3 países analizados, aunque en Polonia se reza un tanto más el Rosario, en Italia, quienes rezan esa oración mariana obtuvieron la puntuación más alta en empatía. El estudio sugiere que esta oración no solo alimenta la espiritualidad personal, sino que también fortalece el vínculo con los demás.
El Rosario, reductor de síntomas depresivos
Uno de los hallazgos más destacados del estudio es el impacto positivo que tiene el rezo del Rosario en la salud mental de quienes lo practican. Los participantes señalaron que esta oración les aporta “paz espiritual, calma y confianza” (26,3 %), facilita afrontar los problemas (10,2 %) y ofrece una sensación de “protección contra el mal” (8,6 %).
El análisis sugiere que la religiosidad —y en particular la práctica del Rosario— mejora el bienestar personal a través de dos vías clave: fomenta una mayor empatía hacia los demás y ayuda a reducir conflictos interiores relacionados con la fe, como dudas, culpas o tensiones espirituales. La repetición característica del Avemaría, genera un estado meditativo que ayuda a calmar la ansiedad y regula las emociones. Contrariamente a los estereotipos que asocian estas prácticas con aislamiento social, el estudio notó que un mayor rezo del Rosario se relaciona con una mayor conexión y empatía hacia los demás.
El estudio no busca promover la conversión ni presentar el Rosario como una fórmula mágica, sino subrayar que existen múltiples caminos para afrontar el sufrimiento y encontrar sentido. En un momento donde con frecuencia se impone una visión única del bienestar, los investigadores invitan a reconocer el valor de las prácticas espirituales tradicionales, como parte de una búsqueda humana más amplia y profunda. Como advierte uno de sus autores: “Contamos con una paleta más amplia de expresiones espirituales o religiosas con efectos positivos similares, y así podemos evitar algunos monopolios casi espirituales y expresiones unilaterales en las intervenciones habituales de asesoramiento y cuidado”.
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