Habla Zlatko Dalic, técnico del seleccionado de Croacia, a quien se le ve con un rosario en la mano.
Redacción (13/12/2022 12:24, Gaudium Press) Por estos días, donde los noticiarios obligadamente llevan al orbe a respirar futbol, entre los católicos ha circulado bastante la foto del entrenador del exitoso seleccionado de Croacia, Zlatko Dalic, que en su mano portaba enrollado un rosario de cuentas blancas, que no era ni un amuleto ni un objeto decorativo sino un instrumentos de su piedad.
Ahora Infocatólica nos cuenta –resumiendo una nota de la Nuova Bussola Quotidiana– que este técnico solicitó y obtuvo que en el hotel donde están concentrados en Doha, se realizara una misa para todo el equipo, algo que no es fácil de conseguir en ese país. Celebró la misa el rector del santuario mariano nacional croata de Marija Bistrica, P. Domagoj Matosevic.
Es conocida la fe con fuerte nota mariana del entrenador Dalic, que incluso, cuando su equipo sufre contrariedad, es aprovechada por ateos y progres para preguntarle donde estaba “su Virgen”.
Pero el entrenador no se amilana, y afirma que cuando están en la lucha futbolística “¡el orgullo, la fe y el amor nos guían!”.
El autor de la Nuova Bussola Quotidiana cuenta que realmente Dalic es católico prácticante, y que desde muy joven fue monaguillo en la iglesia franciscana cercana a su casa en Livno, en tiempos del comunismo de Tito, cuando manifestar demasiado el catolicismo era causa de persecución. La fe pues del entrenador ha sido probada en el crisol de la historia de vida en su país.
En declaraciones al semanario de la Arquidiócesis de Zagreb, el entrenador Dalic reconoce que siempre vendrán las cruces, de una forma u otra, y que no hay que rendirse. Pero “sólo con la fe el hombre puede volver al camino correcto de una manera más firme. Hay que llevar la cruz dignamente, llevarla con entereza y fuerza. En situaciones que parecen sin salida, se encuentra una solución, hay que creer”.
Antiguamente, cuenta Dalic, se perdía a veces en cosas sin importancia.
Ahora, afirma, “entiendo que el hombre debe entregarse a la familia y no sólo correr tras el trabajo y el dinero”. Dice que “Dios está presente a diario en mi familia y en mi vida,… y por todo lo que ha hecho en mi vida puedo agradecer a la fe y al buen Dios”. Cuando es enfocado por las cámaras, a veces se percibe una pose un tanto extraña que él explica: “El rosario siempre está conmigo, y cuando me siento un poco agitado, meto la mano en el bolsillo, aprieto el rosario y todo se vuelve más sencillo”.
Es un rosario que fue bendecido en Medjugorje, que es solo el signo concreto y amado de su amor por la Virgen, y el pedido de su intercesión para todos los avatares de la vida de todos los días.
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