El color baña las paredes blancas durante el día, haciendo que el reflejo de santos y ángeles parezca ondular pacíficamente con la vida.
Redacción (27/01/2023 09:31, Gaudium Press) Si una persona tuviera que determinar cuál podría ser el vitral más famoso del mundo, se le ocurrirían varios nombres, pero en particular una imagen podría estar entre los primeros para aparecer en su memoria: el Espíritu Santo del Altar de Bernini en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Situada sobre uno de los más bellos altares, detrás del altar mayor de la mayor de las basílicas papales, goza de una especial relevancia dentro del impresionante patrimonio de la Iglesia católica. Esta obra, como otras ubicadas en la Capilla Sixtina y la Capilla Redemptoris Mater, fueron realizadas en un notable taller del barrio romano de Trastevere, que desde 1900 cultiva el arte del vidrio de forma artesanal: el taller Vetrate d’Arte Giuliani.
Dificultad para encontrar suficiente vidrio soplado
Desde hace más de 25 años, Elsa Giuliani continúa la tradición familiar iniciada por Giulio Cesare Giuliani, un químico apasionado por la pintura que combinó su talento con su conocimiento técnico para obtener piezas de alta calidad. “Trabajamos de manera privada y pública, para iglesias, bancos, cantantes, actores, para todos”, informó el propietario al National Catholic Register. “Mucha gente no conoce el campo del arte en vidrio”.
Giuliani dijo que una de las dificultades de su trabajo es encontrar una cantidad suficiente de vidrio soplado, ya que el mercado está saturado de vidrio prensado de origen chino. Las piezas del taller romano son elaboradas con vidrio alemán de la fábrica ‘Lamberts’, que produce paneles con materias primas como arena, caliza o incluso oro. Los vitrales son realizados con base a una paleta cuidadosamente seleccionada de 1.100 colores disponibles. “Cuando construyes la imagen, hay que tener mucho cuidado para lograr la armonía entre los colores”, explica Alessia Catallo, licenciada en Bellas Artes y Metalistería que trabaja desde hace años en Vetrate d’Arte Giuliani. “Es preciso mucha paciencia.”
Artesanía superior y la alta calidad de los colores
Los artistas deben medir y cortar las piezas de vidrio con precisión y aplicar color a cada pieza, pintando los diferentes motivos que componen la imagen. “Este es un proceso muy delicado, porque cada error puede ser revelado debido a la transparencia del vidrio”, explicó Franco Galise, jefe de diseño técnico e hijo de uno de los trabajadores del taller que trabajó directamente con Giulio Cesare Giuliani.
Una de las obras del taller fueron los vitrales de la capilla de la Universidad del Sagrado Corazón, en Fairfield, Estados Unidos. “La artesanía superior y la alta calidad de los colores en el arte, así como la eficiencia en el aislamiento del frío, no tiene paralelo”, dijo David Coppola, ex vicepresidente de Planificación Estratégica y Administración de la Universidad al National Catholic Register. “Los colores bañan las paredes blancas durante el día, haciendo que el reflejo de santos y ángeles parezca ondular pacíficamente con la vida. El efecto general es de bienvenida, reflexión, comunidad y paz”. (EPC)
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