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Durante la JMJ, Francisco omitió algunos pasajes importantes de sus discursos y prefirió hablar al público sin la ayuda de textos, lo que dio lugar a suposiciones sobre los problemas de visión del Papa.
Redacción (, Gaudium Press) El pasado viernes 4 de agosto, el Papa Francisco canceló un discurso que habría dado la mañana del mismo día. El discurso fue cancelado debido a la mala iluminación y preocupaciones especiales con la visión del Papa.
Este hecho llamó la atención y levantó suposiciones sobre problemas de salud en sus ojos, especialmente después de que omitió dos pasajes significativos de un discurso el sábado 5 de agosto en Fátima.
El viernes, el Papa Francisco visitó un centro de caridad en Lisboa y pronunció los primeros párrafos de un discurso preparado, pero no leyó el resto del texto. Lo mismo sucedió el viernes por la noche. Durante el Víacrucis con los jóvenes, el Papa prefirió improvisar sus palabras, aunque tenía preparado un discurso. Como explicó más tarde el portavoz vaticano, el Papa está acostumbrado a adaptarse al público que tiene delante.
El sábado, en Lisboa, Francisco leyó sólo las primeras líneas del texto preparado y luego propuso a los participantes una reflexión improvisada sobre la Virgen. Durante la visita al santuario de Fátima se esperaba un mensaje especial sobre la paz mundial, especialmente en relación a la guerra en Ucrania. El Santo Padre también omitió la oración que estaba preparada para el final del rosario.
Según declaró el portavoz vaticano Matteo Bruni, no se trata de un problema de la vista del Papa. El discurso del viernes fue cancelado “debido a la iluminación, que generó un reflejo en los vidrios”, explicó Matteo Bruni.
Matteo Bruni también aclaró que, a pesar de la extensa programación de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Papa no se sentía cansado y gozaba de buena salud. (FM)
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