En la octava del Corpus Christi del año 1675, es decir entre el 13 y el 20 de junio, tuvo lugar la última aparición del Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.
Redacción (11/06/2021 08:18, Gaudium Press) Hoy la Iglesia conmemora al Sagrado Corazón de Jesús, fiesta que fue indicada por el propio Jesucristo a Santa María Margarita Alacoque.
Es claro que esta devoción ya existía desde antes de Santa Margarita María.
Santos como San Buenaventura, Santa Catalina de Siena, San Francisco de Sales, y particularmente San Juan Eudes, tributaron culto de latría al Corazón de Cristo. En 1672 San Juan Eudes obtenía un culto litúrgico al Sagrado Corazón, con oficio y Misa propios.
Pero fueron las apariciones a Santa Margarita, en la década de 1670, las que permitieron que esta devoción obtuviese sus aspectos definitivos y se esparciese por toda la Iglesia.
En la octava del Corpus Christi del año 1675, es decir entre el 13 y el 20 de junio, tuvo lugar la última aparición del Sagrado Corazón a Santa Margarita, cuando le dijo:
“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por él recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares. También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute.”
San Claudio de la Colombière, jesuita confesor de la Santa, le ordena a Margarita que escriba todo lo que se le había revelado, y que luche por cumplir la voluntad del Señor de honrarlo en el Viernes indicado.
En 1856 Pío IX extiende a toda la Iglesia la fiesta del Sagrado Corazón.
También ayuda a impulsar su devoción las apariciones del Sagrado Corazón a Sor Josefa Menéndez, que la religiosa española consigna en la preciosa obra “Un llamamiento al Amor”. Allí Jesucristo vuelve a mostrar a los hombres su clemencia y misericordia infinitas.
Entregarse al Corazón de Cristo
Invita Santa Margarita a consagrarse al Corazón de Cristo, a rendirle homenaje de amor, honra y alabanza, y asegura que por este medio, en breve plazo, alcanzan las almas la santidad y experimentan la verdadera felicidad posible aquí en la Tierra.
En el Ángelus del 3 de septiembre de 1989, San Juan Pablo II meditó sobre las letanías del Sagrado Corazón, animando a ser devoto de este Dulce Corazón, donde el hombre contemporáneo encontrará “paz y descanso; allí, su duda se transformará en certidumbre; el ansia, en quietud; la tristeza, en gozo; la turbación, en serenidad. Allí encontrará alivio al dolor, valor para superar el miedo, generosidad para no rendirse al envilecimiento y para volver a tomar el camino de la esperanza”.
Con información de Heraldosdelevangelio.cl y Corazones.org
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