La mayoría de los sacerdotes de la diócesis de Mindong no ha querido inscribirse en la llamada Asociación Patriótica Católica China (APCC) . Y los presionan cerrando sus obras caritativas.
Beijing (02/06/2020 16:23, Gaudium Press) Las noticias de China llegan tal vez un poco tarde – por el control que ejerce el régimen sobre ciertas informaciones – pero terminan llegando. Es lo que ocurre con las nuevas de que funcionarios del régimen están clausurando o allanando y desproveyendo de símbolos religiosos a casas de ancianos regidas o establecidas por la Iglesia Católica.
En la diócesis de Mingdong
La diócesis de Mingdong queda en la provincia de Fujian. Recordemos que en China hay más de 30 divisiones administrativas, constituidas por 22 provincias, 4 municipalidades, 5 regiones autónomas y 2 regiones administrativas especiales. La Provincia de Fujian está ubicada en la zona sureste del país, y es costera.
Ocurre que la mayoría de los sacerdotes de la diócesis de Mindong no ha querido inscribirse en la llamada Asociación Patriótica Católica China (APCC) y por ello las autoridades comunistas buscan intimidarlos de cualquier manera para que lo hagan, y así colocarlos bajo su control.
Cinco parroquias clausuradas sólo en esta diócesis
Solo en la diócesis de Mindong, en el mes de enero, fueron clausuradas cinco parroquias, después de que sus párrocos, por espacio de un año, fueran conminados a unirse a la APCC con prácticas intimidatorias, sobornos o adoctrinamiento. Y más: organizaciones caritativas establecidas o administradas por la Iglesia fueron reprimidas. Por ejemplo, “El Hogar de la Benevolencia”, residencia de ancianos, fundada por la Iglesia hace más de 20 años para cuidar de creyentes ancianos.
El pasado 12 de enero, 50 funcionarios comunistas y policías allanaron la residencia donde vivían más de 30 personas, muchas de bajos recursos o discapacitadas. Primero cortaron el suministro de agua y electricidad a la residencia, y luego la clausuraron. Todos los residentes fueron sacados forzadamente del Hogar.
“Los oficiales fueron sumamente agresivos y estaba tan asustado que me desmayé”, reportó emocionado un residente de 68 años a Bitter Winter. “La vida espiritual es vital para mí. No tengo familia. ¡Cuando vivía en la residencia de ancianos de mi iglesia y podía asistir a misa me sentía feliz! ¡Esta expulsión se siente como si hubiera muerto!”. “El Partido Comunista es el diablo”, comentó otra residente de 90 años.
Importante fue lo dicho por otro residente, de aprox. 80 años: Contó que los oficiales dijeron que el Hogar de ancianos estaba siendo clausurado para presionar a los sacerdotes de la parroquia a unirse a la APCC. Dijo incluso que presionaron a los propios ancianos para que forzaran al P. Huang a adherirse a la APCC. “Si lo hubiéramos hecho, podríamos haber tenido la oportunidad de quedarnos en la residencia de ancianos, pero nuestra fe sería controlada por el Partido Comunista. Ya no sería catolicismo”, afirmó. El pasado 2 de abril, y tras aplicarle tortura de sueño por 4 días, el P. Huang terminó firmando su adhesión a la APCC.
Allanamiento en otra residencia de ancianos en la provincia de Fuzhou
El 1 de enero pasado fue el allanamiento de una residencia de ancianos operada por objetores de conciencia católicos. Esta se ubica en la ciudad Fuzhou, en la provincia de Jiangxi, también al sureste de la China, pero no lindando con la costa.
Allí los funcionarios del gobierno local confiscaron publicaciones religiosas, y retiraron una cruz, pinturas y otros símbolos religiosos. También presionaron al presbítero para que se adhiriera a la APCC, pero esta vez no consiguieron que el padre lo hiciera.
Persecución también a residencias de ancianos de parroquias controladas por el Partido Comunista
Pero ni siquiera las casas de ancianos orientadas por parroquias católicas bajo el control del Partido Comunista Chino se libran de la persecución.
El “Centro de servicios para ancianos de Lude” es dirigido por católicos de iglesias estatales de Xian, en la provincia de Hebei, al norte. El pasado 8 de octubre funcionarios comunistas realizaron una visita, y concluyeron que era “demasiado religiosa”. Dijeron que este tipo de residencias no podían tener cruces y otros símbolos. Y por ello ordenaron retirar una cruz, una imagen de San José sosteniendo al Divino Niño, y ordenaron cubrir o quitar otras esculturas religiosas. A la entrada del Centro había una estatua de Jesús el Buen Pastor, que fue recubierta.
“El Gobierno quiere impedirnos practicar nuestra fe”, afirmó un testigo. “Pero no puede controlar nuestros corazones, donde vive el Señor”.
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