Es medida preventiva para evitar invasiones a la privacidad, y para preservar el carácter sagrado del confesionario.
Redacción (31/10/2024 09:57, Gaudium Press) La diócesis de Lincoln, en el estado de Nebraska, junto a otras diócesis en los EE.UU., han decidido prohibir el uso de smartphones en el confesionario, como medida preventiva para evitar cualquier posible invasión de privacidad. El obispo, Mons. James Conley, aprobó recientemente la normativa, que refleja una preocupación tanto por la confidencialidad como por la necesidad de reducir las distracciones en el espacio sagrado del sacramento de la reconciliación.
La Iglesia Católica considera el “secreto de confesión” uno de sus asuntos más sagrados. Desde sus primeros tiempos, este sacramento, instituido por Jesucristo, ha sido entendido como un momento en el que el penitente puede expresar sus faltas con total libertad y confianza, sabiendo que nada de lo confesado será revelado. La norma es tan estricta que un sacerdote que quebrante este secreto incurre en excomunión automática. Asimismo, si cualquier persona ajena a la confesión escucha o graba por accidente una confesión, también está obligada a guardar silencio absoluto.
El temor ante una posible vulneración de esta confidencialidad ha aumentado con el uso masivo de los smartphones y sus sistemas de asistentes inteligentes, como Siri y Alexa, que pueden activarse sin que el usuario lo perciba. Aunque, según investigaciones realizadas por el Dr. David Choffnes, director del Instituto de Ciberseguridad y Privacidad de la Universidad Northeastern, estos dispositivos no suelen grabar conversaciones privadas sin que se active una palabra clave, sigue existiendo el riesgo de que los teléfonos puedan captar partes de una conversación sin intención. Choffnes ha señalado que, aunque la probabilidad es baja, los asistentes digitales pueden activarse de forma errónea si interpretan sonidos similares a su “palabra de activación”.
El P. Caleb La Rue, canciller de la diócesis de Lincoln, explicó que, aunque esta prohibición tiene una base en la preocupación por la privacidad, también responde a la necesidad de preservar el recogimiento y el carácter sagrado del confesionario. Según La Rue, “no tendría sentido usar el móvil en el altar durante la misa; de igual modo, no es adecuado en el confesionario”. La prohibición busca evitar que los smartphones se conviertan en una distracción para los sacerdotes o los penitentes, quienes a menudo podrían recurrir al móvil para consultar oraciones o apuntes de sus pecados, lo que, aunque bienintencionado, puede distraer de la profundidad y el recogimiento que exige el sacramento.
Además, la normativa refleja un deseo de mantener el sacramento como un momento de encuentro con Cristo, sin obstáculos ni interferencias tecnológicas. Al reducir el uso de dispositivos digitales, se fomenta un ambiente de paz, concentración y respeto, permitiendo a los fieles experimentar con plenitud la misericordia divina que, según la doctrina católica, se hace presente en la confesión. La Iglesia recuerda que este sacramento no es sólo una práctica privada, sino una parte esencial de la vida espiritual del creyente, y su respeto y solemnidad son esenciales para mantener la confianza de los fieles en su carácter confidencial.
Con información de CNA / Infocatólica
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