Francisco comentó la lectura del Evangelio del día, que trata de la curación de una persona sordomuda.
Redacción (06/09/2021 16:56, Gaudium Press) En el Ángelus de ayer, el Papa Francisco invitó a la escucha de la Palabra de Dios y de la voz del prójimo.
“Jesús es la Palabra: si no nos detenemos a escucharlo, pasa de largo. Pero si dedicamos tiempo al Evangelio, encontraremos un secreto para nuestra salud espiritual”, expresó el Pontífice, al comentar el Evangelio del día (Mc 7, 31-37). El evangelio narra la curación por parte de Jesús de una persona sordomuda.
El Pontífice animó a dedicar más tiempo al Evangelio, a hacer cada día un poco de silencio y de escucha, algunas palabras inútiles de menos y algunas Palabras más de Dios.
“En otras curaciones de enfermedades igualmente graves, como la parálisis o la lepra, Jesús no hace tantos gestos. ¿Por qué hace todo esto ahora, aunque sólo se le ha pedido que imponga su mano sobre el enfermo (cf. v. 32)? ¿Por qué hace este gesto? Quizás porque la condición de esa persona tiene un valor simbólico particular y tiene algo que decirnos a todos. ¿De qué se trata? Se trata de la sordera. El hombre no podía hablar porque no podía oír. De hecho, Jesús, para curar la causa de su malestar, primero le pone los dedos en los oídos”, dijo el Papa.
Verdaderamente, dijo Francisco, existe una sordera interior que “es peor que aquella física” porque es “la sordera del corazón”.
“Atrapados en nuestras prisas, con mil cosas que decir y hacer, no encontramos tiempo para detenernos a escuchar a quien nos habla. Corremos el riesgo de volvernos impermeables a todo y de no dar cabida a quienes necesitan ser escuchados”, expresó el Papa.
Inundar de peticiones a Dios, pero también escuchar su Palabra
E invitó a preguntarse “¿cómo va mi escucha? ¿Me dejo tocar por la vida de las personas, sé dedicar tiempo a los que están cerca de mí, para escucharla? Esto es para todos nosotros, pero en modo particular, para los sacerdotes, la gente: el sacerdote debe escuchar a la gente, no ir de prisa. Escuchar y ver cómo los puede ayudar, pero después de haber escuchado. Y todos nosotros: primero escuchar, y luego responder”.
Dijo Francisco que el renacer de un diálogo viene con frecuencia de escuchar con paciencia al otro.
Sobre nuestra relación con Dios, afirmó el Papa que “hacemos bien en inundarle con peticiones, pero haríamos mejor en escucharle primero. Jesús lo pide. En el Evangelio, cuando le preguntan cuál es el primer mandamiento, responde: ‘Escucha, Israel’. Luego añade el primer mandamiento: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón […] y a tu prójimo como a ti mismo’ (Mc 12,28-31). Pero en primer lugar dice: ‘Escucha Israel’, escucha tú. ¿Nos acordamos ponernos a la escucha del Señor?”
Con información de Vatican News
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