En el día del padre: un padre de un sacerdote se convirtió en padre de la Iglesia católica

Todo ocurrió el 21 de junio pasado, en la Catedral de Newark: el padre del P. Philip, ya era el P. Edmond.

Catedral de Newark

Newark (24/06/2020 11:45, Gaudium Press) Un hecho lindo, del que hay muy pocos antecedentes en la Iglesia, ocurrió el pasado domingo 21 de junio, en la Catedral del Sagrado Corazón en Newark, EE.UU.: Edmond Ilg, de 62 años, fue ordenado sacerdote para esa diócesis, y quien lo revistió con los paramentos de presbítero fue su hijo también sacerdote, P. Philip Ilg, que había sido ordenado en el año 2016 para la diócesis de Washington.

“Estar con Philip fue un tremendo regalo, y tenerlo para rezar por mí e investirme es el más grande regalo”, dijo en la ocasión el P. Edmond.

El hoy P. Edmond fue pues un hombre casado, tenía un pregrado en ingeniería química, y una carrera exitosa. Pero cuando su esposa falleció de cáncer en el 2011, una nueva vocación empezó a echar raíces en su alma.

Alguien lo dijo

Cuando el fallecimiento de Constance, la esposa, un amigo de la familia había dicho: “Tal vez Edmond se vuelva sacerdote”. Ese día la sugestión le pareció al futuro padre una locura.

Edmond fue criado como luterano, aunque no es que haya ido al culto muchas veces. Pero cuando conoció y se casó con Constance se hizo católico. Después de la muerte de su esposa, el hoy padre Edmond con su familia comenzaron a participar del Camino Neocatecumenal, el cual es descrito por el P. Philip como “el instrumento que Dios usó para salvar mi familia”.

Cuando entra al Camino Neocatecumenal, Edmond es destinado a ayudar en una parroquia en New Jersey, a la vez que trabajaba misionando en prisiones. Y fue en estas misiones cuando empezó a pensar que Dios sí lo quería de sacerdote, lo que se le tornó claro en el año 2013. Entra al seminario en Guam, y luego concluye sus estudios en el seminario Redemptoris Mater de la Arquidiócesis de Newark.

También una premonición de su hijo, el P. Philip

Pero también fue su hijo, el P. Philip, quien sintió una premonición de que su viudo padre sería sacerdote, y esto en seguida de la muerte de su madre: “No puedo explicar de donde vino eso”, dice. Pero no lo imaginaba “sentándose y haciendo dinero”, sino que “sabía que tenía una misión”. Philip nunca comunicó a nadie esos pensamientos, sino que se dijo que si “eso venía del Señor, eso daría su fruto”.

El año que estuvo ya como diácono, el P. Edmond fue asignado a la misma parroquia donde comenzó su misión ayudando: “Yo llegué [a esa parroquia] sin planes para el sacerdocio, y el Cardenal y las otras personas no tenían idea de adónde me iban a asignar [como diácono], pero el lugar donde acabaron enviándome fue el sitio en el que mi vocación comenzó”.

En la diócesis de Newark, las asignaciones de sacerdotes comienzan normalmente el 1 de julio, fecha que en estos días se pospuso al 1 de septiembre por la pandemia. Por ello, el P. Edmond será sacerdote de la parroquia donde comenzó su camino de servidor en la Iglesia. Todas estas, magníficas coincidencias. Y todo, el día del padre.

Con información de CNA