Un colegio en Cádiz abre concurso para cambiar su lindo nombre: La Inmaculada.
Redacción (16/12/2024 11:09, Gaudium Press) Ciertamente el problema no es solo de España, sino de buena parte de las naciones que se constituyeron bajo el soplo del cristianismo. Pero que esto esté pasando en España, sorprende más, pues el catolicismo es más del núcleo de su entraña identitaria.
Noticia La Voz del Sur que el Colegio de Educación Infantil y Primaria de Cádiz “La Inmaculada” quiso “romper con su nombre de simbología religiosa y para ello, ha decidido organizar un concurso en el que será la comunidad educativa del centro la que elija la nueva nomenclatura del colegio”. Todo pues muy ‘democrático’, será la propia comunidad.
Pero ¿si la ‘democracia’ volviera a escoger el mismo nombre?
No. Esto no sería posible, hasta allá no podría llegar la voluntad popular, pues las propuestas de padres, alumnos, profesores, no pueden tener “significados políticos ni religiosos”, según expresa el mismo informativo. Es decir, democracia, pero de cierta manera, de otra no.
Para agregarle lo que alguno consideraría una brizna de cinismo, la convocatoria para hallar el nuevo nombre sugiere alguno que represente la ‘historia’: “Queremos que este nuevo nombre refleje nuestros valores, nuestra historia y el compromiso con el futuro de nuestra comunidad”. Como si la Inmaculada no estuviera en las entrañas de la historia de España. Ah, cierto: así como con la democracia, debe ser que bienvenida la historia, pero cierta historia.
“La Virgen viene vestida, / con un traje de alcaldesa / de papel de chocolate / con los collares de almendras / (…) / ¡Oh ciudad de los gitanos! / ¿Quién te vio y no te recuerda?”, cantaba un día el poeta, que sin ser un buen cristiano, no reniega de un gran pasado. Porque quien reniega de lo que es, pues deja de ser. (CCM)
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