El Cardenal Vincent Nichols instó a los peregrinos a encomendar sus vidas a María, quien estuvo al pie de la cruz y fue la primera en regocijarse en Cristo resucitado.
Redacción (25/09/2025 12:26, Gaudium Press) Más de 2000 peregrinos de diversas parroquias de la Diócesis de Westminster, Inglaterra, se congregaron en el Santuario de Nuestra Señora de Walsingham, en Norfolk, el sábado 20 de septiembre, marcando una de las mayores afluencias a la peregrinación diocesana anual en los últimos años.
Los autobuses partieron de las parroquias antes del amanecer, llevando a los fieles al santuario nacional de la Patrona de Inglaterra para una jornada de oración, procesión y devoción.
Presidido por el Cardenal Vincent Nichols y el canónigo Chris Vipers, director interino de la peregrinación, el evento comenzó con una misa celebrada por el cardenal Nichols en la Basílica de Nuestra Señora de Walsingham. En su homilía, el cardenal instó a los peregrinos a encomendar sus vidas a María, quien estuvo al pie de la cruz y fue la primera en regocijarse en Cristo resucitado.
Tras la misa, los peregrinos recorrieron la Santa Milla, una procesión de oración marcada por el rezo del Rosario y el canto de himnos. La jornada culminó en el Priorato de Walsingham con la Adoración al Santísimo Sacramento, presidida por el Cardenal Nichols.
Una presencia notable fue la delegación de 60 personas de la parroquia de Stevenage, que llegó en su propio autobús. Los feligreses describieron el ambiente único de Walsingham, destacando cómo la peregrinación no solo profundiza la fe personal, sino que también fortalece los lazos comunitarios. El recorrido por la Santa Milla, un sendero transitado por peregrinos durante siglos, fue un momento culminante para muchos.
El padre Robert Smialek, vicario parroquial de Stevenage, destacó el reciente enfoque de la parroquia en las procesiones y devociones como preparación para la peregrinación. “Este día permite a nuestros feligreses sentirse parte de la Iglesia diocesana y universal”, afirmó.
Un histórico centro de devoción
La peregrinación a Walsingham tiene sus orígenes en 1061, cuando Richeldis de Faverches, señora feudal, relató una visión de la Virgen María que le encomendó construir una réplica de la Santa Casa de Nazaret.
El santuario se convirtió en uno de los centros de devoción más importantes de la Europa medieval, atrayendo tanto a la realeza como a la plebe. Destruido durante la Pseudo-Reforma bajo el reinado de Enrique VIII, fue restaurado a finales del siglo XIX, cuando el Papa León XIII autorizó de nuevo las peregrinaciones en 1897.
Hoy en día, la conmemoración de Nuestra Señora de Walsingham, reincorporada al calendario litúrgico en el año 2000, se celebra el 24 de septiembre. La devoción a este título se ha extendido por todo el mundo.
El atractivo perdurable de Walsingham radica en su capacidad de conectar a los peregrinos modernos con una tradición centenaria de fe, oración y comunidad, como lo evidencian las miles de personas que se reunieron este fin de semana para honrar a Nuestra Señora.
Raju Hasmukh con información de Catholic Herald.
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